jueves, enero 31, 2008

Recado que se solidariza con la lucha más obvia que puede tener un mexicano

Hace como mil millones de años di clases de Lectura y Redacción en un Conalep que está en un pueblo del Ajusco. La mayoría de mis alumnos pertenecía a familias campesinas. Una manera de festejar muy común entre ellos era organizar una “elotiza”: alguien ponía la casa y uno o dos ponían los elotes, de los mismos que cultivaban sus familias. A veces me invitaban y era padrísimo: en medio del campo la onda era encender una fogatita y sacar las chelas y la guitarra o una grabadora y ¡cassettes! (sí, la prehistoria), y la olla con los elotes cocidos y sentarnos a comer, uno, dos, tres, los que se pudiera. Recuerdo perfecto el sabor de esos elotes: de granos gordos gordos y bien dulces, nada de ponerles mayonesa ni chile ni sal, nada; así solitos sabían a gloria.



Segurito que los que firmaron el TLC jamás probaron un elote de esos.
De verdad, en este idioma o en el otro, que tanto les gusta: No corn, no country.

¿Fueron a la marcha? ¿Vieron algo en la tele? Cuéntenme, pues, que estoy muy lejos y me hace falta el chisme…

sábado, enero 26, 2008

Recado de cómo en todos lados se cuecen habas

Acabo de estar en una conferencia que dictó Greg Palast, reportero de investigación de la BBC de Londres, quien tiene look de Indiana Jones y ha dedicado varios años a documentar el fraude electoral en las presidenciales de Estados Unidos en el año 2000, mediante el cual George Bush, el horrendo candidato republicano, le ganó al demócrata Al Gore, hoy Premio Nobel de la Paz. (Conste que a mí dicho premio no me parece la panacea, pero disfruté mucho al pensar en la jeta del Bush cuando se hizo el anuncio, jojojo. ¡In your face, stupid mad gringo!).

(Yes, your ugly monkey face, stupid)
El caso es que explicó algunos de sus hallazgos durante dicha investigación. George Bush “ganó” la presidencia con el conteo realizado en el estado de Florida, ¿se acuerdan? por cerca de 500 votos. Sin embargo Palast descubrió que hubo más de 3 millones de votos que no fueron contados por distintas razones: porque la máquina no leyó adecuadamente la boleta; porque el nombre del votante presentaba “irregularidades” –que después no se pudieron comprobar- y las autoridades electorales decidieron anularlos; porque los votantes “no se presentaron a votar”, aun cuando después Palast identificó esos precintos y descubrió que sí había habido votantes.

Entre algunos de los datos que dio, resulta que en otros estados, como Nuevo México, Bush ganó por 5 mil 900 votos, pero fueron anulados 27 mil. Cuando hizo un análisis del padrón buscando la información de los votantes que habían sido anulados, resulta que sólo el 11% eran blancos; el restante 89% eran negros, latinos o indios americanos. Es decir, en un estado donde el 70% de los votantes eran blancos, la máquina cometió errores con un criterio racial.

Cuando llegó el momento de preguntas y respuestas una tipa le preguntó que, con toda esta evidencia, cómo es que el partido demócrata no había hecho nada. Palast respondió: “Porque Al Gore tuvo un beneficio económico al aceptar la derrota (y hasta un Premio Nobel, pensé yo). Tenemos un caso similar, el de López Obrador en México (ay güey, pensé yo), quien después de pasar por una elección sucia decidió que no lo podía permitir, y exigió un recuento “voto por voto, caja por caja” (así no es, pensé yo, pero no dije nada porque el tipo hizo un buen esfuerzo para decirlo en español). Eso le costó su capital económico y su capital político; pero hizo algo (¡a güevo!, casi grito yo). Al Gore decidió no hacerlo, así que nadie puede decir que lo engañaron”.
Quihobo.

jueves, enero 24, 2008

Recado Chistorete

De esas en las que La Concharra me alegra la tarde vía messenger:

-“M’ija, dicen las vecinas que te andas acostando con tu novio…”.
-“Ay mamá, cómo son chismosas; nomás se acuesta uno con cualquiera y ya andan diciendo que es el novio...”.

lunes, enero 21, 2008

Recado de la gabachopolitik

Ya llegué de donde andaaabaaaaaaaaa, se me con-cedió volveeeeeeeeer….
Es que desde que empezó el año no he parado, pero ya vine y les echo el chisme que corresponde, como debe de ser. Aviso: este recado tiene altos niveles de política. Sé que a muchos blogueros no les gusta, y luego si es gabacha pus pior. Así que para los que no quieran entrarle, opciones recicladas: ¿Quiere algo picosón? Vaya al Recado Salsero. ¿Quiere un relatito leve? Vaya a este Recado Anitdepre. ¿Quiere ver fotos? Vaya a La Galería.

Empiezo: como les comenté allá abajo, resulta que mi periódico decidió incluirme en el equipo que cubrirá algunos de los asuntos relacionados con las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que van a ser en noviembre. Para mí esto ha sido importante, porque como muchos saben, mi área de experiencia durante casi 15 años ha sido la política mexicana y apenas tengo 3 años haciendo periodismo en Estados Unidos, que ni de lejos son suficientes para comprender en su totalidad la muy compleja política de este país. Sin embargo algún talento me vieron y pues le entré. La cobertura de estos temas está a cargo de una periodista experimentadísima en estos asuntos, Pilar Marrero, y de la corresponsal del periódico en Washington, Maribel Hastings. Mi papel es un poco “reforzar” siguiendo algunos de los temas, y pues por supuesto aprender y viajar y conocer y platicar con la gente y seguir aprendiendo.

Antes de seguir, creo que sería útil detenerme un poco a explicar qué es lo que está pasando en Estados Unidos en estos meses. Siguiendo la información publicada en medios mexicanos, y la información a veces distorsionada en algunos blogs, me he dado cuenta de varios mitos con respecto a lo que se está viviendo acá.

LOS MITOS
1- Que lo que está ocurriendo es una contienda presidencial.
Falso. Lo que se está celebrando estado por estado son elecciones primarias para elegir a los candidatos de los partidos. Estados Unidos cuenta con dos partidos importantes, el Partido Demócrata y el Partido Republicano.
Los Demócratas tienden más a tener ideas progresistas: son más tolerantes con la diversidad racial; en general favorecen los servicios auspiciados por el Estado como la atención en materia de salud; tienden a favorecer posturas liberales como la despenalización del aborto o la legalización de las parejas del mismo sexo, y bien podría decirse que tienden a “la izquierda” si algo como eso se pudiera dar en este país.
Los Republicanos son conservadores: suelen ser antiinmigrantes; religiosos en ocasiones rayando en el fanatismo –de hecho entre sus candidatos hay dos vinculados con la iglesia; Mike Huckabee es un pastor evangélico y Mitt Romney es mormón-; impulsan el libre mercado con pocas regulaciones, y se oponen a que el Estado financie a quienes no pueden pagar por ciertos servicios, nuevamente, como la salud.
Ambos partidos están eligiendo a quien será su candidato para la contienda presidencial en noviembre de este año. Por el Partido Demócrata, los tres “finalistas” en este punto son Hillary Clinton, Barack Obama y más abajo en las preferencias, John Edwards. Por el Partido Republicano han sonado John McCain y los que mencioné allá arriba, aunque Rudy Giuliani, el ex alcalde de Nueva York, tiene buenas posibilidades.

2- Que la contienda está entre Obama y Hillary, que si el debate está en que si queda en la Casa Blanca una mujer o un negro.
Una vez habiendo aclarado que la competencia Obama-Hillary es sólo interna en el Partido Demócrata, y que el que gane no será automáticamente presidente de EU, esta es la parte que veo con mayor sorpresa. Aunque muchos medios fuera de EU le dan este enfoque, y aquí dentro algunos quieren dividir al electorado por estas características, la realidad es que esta contienda es mucho más que eso. Hillary representa al status quo, a la política consumada, cómodamente instalada en Washington desde hace años, a los “amarres” hechos por su esposo cuando era presidente, al establishment de la gabachopolitik (neologismo inventado por la Chilangelina, si no les gusta ni modo; para eso tengo blog, para inventar cosas y publicarlas). Obama, por su parte, es un político joven sin experiencia en el gobierno federal y sin alianzas prominentes, al menos no hasta ahora; sólo ha sido senador federal durante un año. Desde luego los factores racial y de género están en la contienda, pero para los estadounidenses que van a votar en las elecciones internas del partido, hay otros dos factores que son más importantes:
a) ¿Votar por quien ya tiene experiencia, aunque sea lo mismo de siempre, o votar por quien trae ideas nuevas, atrae a los jóvenes con su frescura, pero no tiene experiencia en política? Y
b) ¿Cuál de estos dos sería el candidato con más posibilidades de derrotar al candidato republicano para evitar que este partido continúe en la Casa Blanca? (Recordemos que Bush es republicano y ha gobernado durante ocho años).
Como pueden ver, el asunto va mucho más allá de quién es negro o quién es mujer.



Una vez dicho esto, paso a hablar sobre:

EL PROCESO
Para mí que crecí en México, en donde los partidos eligen a sus candidatos por dedazo, o si bien les va fingiendo elecciones internas que la mayoría de las veces sólo son un juego de fuercitas entre la cúpula, el proceso de selección interna de candidatos en los partidos estadounidenses era un misterio y ha sido todo un descubrimiento.
Para empezar, la selección está abierta a todo aquél que esté registrado para votar. Cuando te registras (que sería como cuando en México sacas tu credencial de elector), puedes registrarte también como simpatizante de un partido; eso te permite participar en las elecciones primarias de dicho partido. Las reglas varían de estado a estado, pero en general en algunos estados también puedes participar en las primarias con sólo manifestarte verbalmente como simpatizante del partido.
Hay dos mecanismos que tal vez ya han oído en los medios o leído en alguna parte: los caucus y las primarias. Las primarias que se celebran en 37 de los 50 estados, son el procedimiento que todos conocemos: se instalan urnas y la gente va y deposita su voto secreto. Los caucus son diferentes: son como asambleas comunitarias donde la gente se reúne y entre todos platican sobre los candidatos para elegir al que prefieren en cada precinto. Es un proceso bellísimo que no detallaré por el momento, pero que reseñé en este artículo que publiqué en Mundo Abierto y que a quien esté interesado le recomiendo leer –perdonen la falta de modestia, pero creo que quedó más o menos claro.
Cada estado cuenta con un número determinado de “delegados”, dependiendo de su densidad demográfica. Cuando se dan las elecciones internas en cada estado, el número de delegados del estado se reparte proporcionalmente de acuerdo al porcentaje de votos que haya tenido cada candidato. Cuando todos los estados han celebrado sus elecciones, se realiza una Convención Nacional de cada partido –la de los demócratas es a finales de agosto, la de los republicanos a principios de septiembre-, y ahí es donde se decide quién será el candidato del partido para la elección de noviembre.
No todos los estados votan al mismo tiempo, van escalonados y por eso es que los candidatos aparecen en los medios haciendo campaña durante meses, pero es porque van de estado en estado según vaya el calendario de las primarias. El primer estado en tener elecciones fue Iowa, e inmediatamente después New Hampshire. Me tocó estar en ambos, fue muy emocionante sobre todo presenciar los caucus (reseñados en el artículo este). Otros estados han seguido, el más reciente Nevada, en donde estuve este fin de semana. Pero la parte interesante viene el próximo 5 de febrero. Ese día 23 estados celebran su elección, y aunque los últimos estados lo harán en junio, es posible que después de esa fecha ya haya un posible ganador en ambos partidos.

Tendría mucho más que decir pero este post ya está demasiado denso. Para el próximo, prometo hablar de LOS CANDIDATOS y soltar algún otro chismecín. Mientras, les dejo unas fotitos electorales.

Simpatizantes de John Edwards



Chamaco


Propaganda



Jóvenes: unos demócratas, otros ps no.


domingo, enero 13, 2008

miércoles, enero 09, 2008

Recado misceláneo de carrerita

Porque aunque ande ocupada y cansadísima hasta la pared de enfrente, no puedo dejar el maldito vicio.

1- No me extraña lo que ocurrió con Carmen Aristegui, pero me duele que cada vez más las voces que se atreven a hablar con criterio propio sean eliminadas de los medios por la razón –o el pretexto- que sea: empresarial, político, censura, razones que sólo competen a la iniciativa privada, descaro abierto.

Al final es lo mismo: perdemos nosotros.

2- El que era mi gallo en la contienda por la candidatura demócrata rumbo a la presidencia de Estados Unidos hoy anuncia que se sale de la carrera.

Era obvio que no tenía los números en las encuestas para ganar, pero odio que un hombre decente, con experiencia, sea derrotado por estrellas de televisión que también pueden ser buenos candidatos, sin duda, pero que reciben publicidad por ser “el negro”, o “la mujer”, por el puro factor superstar, cuando la neta es que mucha gente no sabe ni qué propone “el negro”, ni qué propone “la mujer”. Como se imaginarán, tengo mucho que decir al respecto.

3- Horas larguísimas de campaña y de recorrer los precintos para votar en medio del frío y la nieve, a veces tienen recompensas: vean nomás qué cielo de atardecer post nevadas en plena elección primaria en New Hampshire.


4- El que inventó la nieve se rifó.












¿Han visto la nieve? Anden, cuéntenme cuándo y dónde.

viernes, enero 04, 2008

Recado cursi y de harto amor

Creo que era un miércoles. Era septiembre de 1998 y yo trabajaba haciendo entrevistas y guiones para televisión. Había tenido que correr desde mi casa, en el sur-sur del DeFe, hasta el ooooooootro lado de la ciudad para llegar a una junta con el equipo que participaría en un documental sobre el pintor Raúl Anguiano. Llegué un poquito antes de la cita y la productora me avisó: empezaríamos con retraso, el tipo que iba a dirigir el documental venía tarde. El retraso se prolongó por casi una hora y yo tenía un buen de cosas que hacer, así que echaba chispas y moría por conocer al fulano para soltarle dos mentadas.

De pronto apareció bajo el marco de la puerta: jefísimo, suuuuper cool, muy perfumadito y con una sonrisa que hizo que se iluminara la oficina como si hubiera entrado el sol. Saludó a los otros echándome miradas curiosas; me presentaron con él, me sonrió A MÍ con la sonrisa de sol, dijo mi nombre y me dio un abrazo de oso. Y ps se me bajó el coraje.

Lo que siguió fueron varias semanas de trabajar juntos y yo lo veía y sí me gustaba pero pues no, y él no daba señas así que menos, y luego se acabó ese trabajo y ya. Pasaron dos meses para que el fulano me llamara y me invitara a comer. Después siguieron unas chelas, después un paseo en moto, después otro, después varios, después tooooda la Semana Santa en Morelos que por supuesto ni de chiste fue santa, y para el siguiente abril ya estábamos viviendo juntos.

Pasaron cinco años y nos la seguíamos pasando bien; tanto, que pensamos que si en México estaba tan divertido segurito que afuera estaba mejor, así que nos fuimos a Los Ángeles. Y un año después –y con casi seis de vivir juntos-, decidimos casarnos, no fuera a ser que alguien pensara que nomás estábamos perdiendo el tiempo.

Sacamos una cita en el registro civil del Este de Los Ángeles. No hicimos una gran ceremonia, ni fiesta, ni invitados, ni testigos, nada. Pedimos, eso sí, que nos casara un juez en español, porque uno no se debe andar casando en otros idiomas. Y tuvimos tan buena suerte que además nos casó una jueza. El 4 de enero de 2005 nos paró debajo de un arquito de esos típicos gringos, adornado con tules blancos y flores, en el interior de una capilla también blanca. Nos pidió que nos tomáramos de las manos y nos juramos amor.

No era necesario. Llevamos nueve años sabiendo lo que es eso. Hemos pasado por subidas extenuantes y bajadas desgarradoras, hemos tenido momentos de mucha fortaleza y otros de duda y distancia. Hemos estado juntos en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la… digamos en la estabilidad. Hemos titubeado, pero también hemos tenido la capacidad de vernos a nosotros mismos, de revisar el equipaje, de tirar el lastre y de seguir subiendo. Hemos sido, pues, una pareja; y para mí, eso es tener mucha suerte.


Feliz aniversario, rey.

jueves, enero 03, 2008

Recado de buenos augurios

Malditopuebloenelculodelmundo, Iowa, a 3 de enero del 2008.

Muy buen augurio debe ser que uno empiece el año viajando.
El merito 1 de enero me estaba trepando a un avión y luego a otro y llegué a Des Moines, Iowa, donde estaré hasta el 4. De ahí, otros dos aviones de por medio, voy a Concord, New Hampshire, donde estaré hasta el 10.

La cosa es que me tocó cubrir las elecciones primarias de los candidatos a la presidencia de este país, que inician justo este jueves 3. Es algo very important para la carrera de esta Chilangelina por muchas razones que expondré tan pronto tenga tiempo. Por el momento les deseo un año lleno de cosas chidas y envío saludos desde este maldito pueblo en el culo del mundo, donde una ciudad está a tres horas de la otra, donde hay que perseguir a los malditos candidatos por carreteras llenas de nieve manejando horas (gracias señores de Apple por inventar el Ipod), donde hay que comer en la maldita gasolinería porque hay que mandar la nota al periódico antes del cierre, y donde hay que hacer todo lo anterior a MENOSDIECINUEVEGRADOSCENTÍGRADOS.

Pronto fotos con harta nieve y sólo nieve, noticias y más chisme. Y no se confunda el lector: estoy exhausta, molida, helada, pero feliz.

*By the way: si quiere usted echarle un ojito a mi texto de esta semana en Mundo Abierto, píquele AQUÍ.