lunes, diciembre 31, 2007

Recado del Top Tri

¡¡¡Se acaba el 2007!!! Se acaba, no lo puedo creer, qué año tan denso, tan interesante, tan raro; está bueno que se acabe, júchale: que llegue el otro año, nuevecito y reluciente como hojas de cuadernos nuevos el primer día de clases. Que el 2007 pase a ser álbumes de fotos, rolas viejitas, anécdotas cajetas, lágrimas derramadas en un día lejano, risas compartidas ayer.
De ese año que se va, y en un espíritu de recuento bien televiso, este recadero les presenta…. (música como de los premios TV y Novelas): el Top Tri de la Chilangelina y su Rincón del Recado!!!! (aplausos eufóricos). Eeeeeeempezamos!!!!

LOS VIAJES
1- La Marcha Migrante, que me llevó recorriendo tooooooda la frontera entre México y Estados Unidos, desde San Ysidro, en la costa oeste, hasta Brownsville, en la costa este. Más de 5 mil millas después, el Diego y yo regresamos con un tambache de imágenes y testimonios y lugares y personas e historias que contar.

2- Las Vegas con mis amigas las Chachevas [pl. Dícese del conjunto formado por la Concharra, la Sylvana y la Chacheva, de quien toma el nombre el conjunto. La descripción puede incluir a otros elementos, como la Gar, la Villa, la Kika y la Nan]. Dicen que el viaje no es el destino, sino el camino que recorres para llegar a él. Mis Chachevas han estado conmigo durante un ratote del viaje y todo indica que soy tan suertudota que aquí van a seguir.

3- El platicado viaje a San Pancho, del cual tengo tres recados pendientes; a’i pa’l 2008, al fin que añejados saben más sabrosos porque luego uno hasta les inventa cosas y todo.


LOS PASEÍTOS
1- La Peña de Bernal con el Memo, la Sylvana y la Concharra que afortunadamente se puso de terca y no dejó de dar lata hasta que fuimos. Además de que chupamos, comimos, nos trepamos a la piedrota y nos cargamos de energía, aquéllas se la pasaron repitiéndome que el Memo y yo estamos igualitos. Y pus sí, los dos estamos bien bonitos.

2- Mazatlán con mi Charro Negro. Sol, el Océano Pacífico en toda su azulez, mariscos de El Cuchupetas y mi viejo por un lado. Pónganle un pero, a ver…

3- Six Flags, en el DeFe, con el Memo, su entonces novia, el Alan y mi hermana. Ya sé que para algunos podría no contar como paseíto, pero ps es que me subí a tooooodos los juegos y si el lector recuerda el proverbial miedo a las alturas de la Chilangelina, se dará cuenta de que para mí eso fue un viajezote…


LAS PELIS
1- The Darjeeling Limited. La amo. Amo a Wes Anderson y el día que lo conozca me arrodillaré frente a él; parece que el tipo se mete en mi mente y lleva las cosas a la pantalla así como a mí me gustaría hacerlo. La tiene que ver todo el mundo. (Nota: castigaré con el látigo de mi desprecio –a falta de uno deadeveras- a quien mencione el desnudo de Natalie Portman en Hotel Chevalier como el mayor atractivo para verla).

2- El Laberinto del Fauno. Algo tiene Guillermo del Toro que logra mezclar la ternura con el terror y el mundo lo sabe: no por nada tres Oscar, ahí nomás. Por cierto, en cuanto puedan vean The Orphanage; no la dirige él, pero es el productor ejecutivo y se nota.
3- Sweeny Todd. Tiene Tim Burton escrito en tooooooda ella. Parece que en cualquier momento sale Edward Scissorhands y se echa un tiro con Jack Skellington.
*Mención especial para Grindhouse. Es que la vimos en el Teatro Chino de Hollywood casi cuando se estrenó, en una función que empezó a la 1:00 AM. La presentación incluyó las dos películas, la de Robert Rodríguez, Planet Terror; la de Tarantino, Death Proof, y los cuatro fake trailers. Así que por ahí de la cinco de la mañana íbamos saliendo del cine, todos salpicados de sangre y felices.
*Ay, otra mención especial: La secuencia de She’s so heavy en Across the Universe. Nomás por eso vale la pena verla.

LOS LIBROS
1- La Mafia nos robó la presidencia, de López Obrador. Antes de que los pejistas y antipejistas se empiecen a pelear o rasgar las vestiduras, advierto que a mí me gusta mucho como escribe Andrés Manuel desde los tiempos en que escribió su libro sobre el Fobaproa. Pocos políticos usan un lenguaje tan cercano a la gente real como él, y la verdad es que este libro no sólo expone su visión personal sobre lo ocurrido en torno al 2 de julio de 2006, sino su ideario político, con parte del cual comulgo. Como un plus, el libro tal tiene un garabato que proviene de las mismísimas manos del pejidente.

2- Afrodita, de Isabel Allende. Ignoraba que existía este libro hasta que empecé a investigar sobre la vida de la autora porque le iba a hacer una entrevista. Entonces descubrí esta joya, en la cual mezcla relatos eróticos y fantásticos con anécdotas familiares, con definiciones de animales, de alimentos, de objetos, con recetas de cocina para devorarse al mundo (más o menos como el libro que Carmen nos regalará algún día).
“Me arrepiento de los platos deliciosos rechazados por vanidad, tanto como lamento las ocasiones de hacer el amor que he dejado pasar por ocuparme de tareas pendientes o por virtud puritana
”. Quihobo.

3- Howl, de Allen Ginsberg. Conozco a una buena cantidad de intelectuales chafitas a los que les encanta recitar las tres primeras líneas de este poema para reivindicar su calidad de intelectulaes, lo cual a mis ojos sólo los hace verse aún más chafitas (la única que lo hace bien es Lisa Simpson). Pero a pesar de lo manoseado, el poema sigue siendo un ícono de su generación e incluyo el libro en esta lista por pura carga simbólica: lo compré directamente en la librería Citylights de San Francisco, que fue la primera en publicar la obra y que dignamente enfrentó la batalla que siguió en contra de la censura del poema “por obsceno”. La edición que compré es conmemorativa del 50 aniversario de la publicación del original.


LA MÚSICA
Ahí sí no le hago. Nomás no puedo escoger un Top Tri de música, me es imposible y me niego. Pero sí les comparto uno de mis descubrimientos de este año: cuando salió el Songs for the Deaf de Queens of the Stone Age en 2002, escuché de pasadita las rolas más comerciales como No One Knows, pero no soy superfan y no conocía a nadie que lo fuera, así que nunca supe del bonus track: Mosquito Song. La vine a descubrir cinco años después y lo agradezco profundamente. Oiga usted nomás qué belleza:

boomp3.com

LA COMIDA
1- Los mariscos de El Cuchupetas. Viaje usted hasta el insulso pueblo de Villa Unión, Sinaloa, nomás para eso. Lo vale.
2- La carne marinada de “The Corner Place, un restaurantito coreano en Los Ángeles que se ha convertido en mi restaurante favorito. Cuando vengan háblenme, yo los llevo.
3- Los tacos al pastor del DeFe, los que sean. Cuando vives en Los Ángeles no es difícil encontrar cosas mexicanas, casi todo lo que sabe a México, incluida la cocina, llega hasta acá; pero buenos tacos al pastor, sólo los de mi pueblo. En la foto, los que me disparó la Sylvana cuando fui al DeFe en julio; bajándome del avión y llevándome a los tacos: esas son amigas, chingaos!!

*Para escoger estas tres, tuve que dejar fuera un corte delicioso que me comí en San Antonio en Febrero; unos frijoles puercos que comí hace una semana en casa de Alberto, y los chilaquiles de Liliana’s, mismos que descubrió Juan Carlos y que acabo de probar por enésima vez con la tragona de la Jazmín. ¿Ven por qué no pude hacer Top Tri en la música?

LOS REPORTAJES
Nada contribuye más a mi felicidad que el saber que trabajo en algo que me gusta, me apasiona, que disfruto y que encima de todo me pagan por hacer. Es bien difícil escoger tres textos entre los que escribí a lo largo de todo un año, pero en un intento bastante esmerado y buscando variedad, van.
1- Naranja dulce, a brazo partido
2- Centenario del nacimiento de Frida, uno y dos.
3- Sueño americano camuflado en una barranca


LAS BENDICIONES

1- Mi familia: A pesar de haberlo tenido siendo una escuincla, mi hijo ha logrado sobrevivir a su madre y está entero; ha tomado su vida con sus propias manos pero aún me suelta frecuentes “te quieros” que me hacen muy feliz. Además de eso, sigo amaneciendo todos los días junto a ese hombre maravilloso que tuve la suerte de entoloachar con éxito. Y tengo una madre y una hermana que a pesar de estar absolutamente locas logran sacarme sonrisas simplonas y gemiditos de ternura.
2- Mis amigos, con particular agradecimiento por mis amigAs. Son mi tesoro.
3- Mi salud. Soy asmática, tengo piedras en el riñón, tiendo a tener la presión alta y tengo problemas gástricos. Y sin embargo cada mañana me levanto y antes de que sea consciente de ello, la máquina ya está funcionando perfectamente a todo lo que da: me lleva, me trae, sube, baja, tiene reflejos de quinceañera, soporta ayunos y desveladas, baila las movidas y las calmaditas, se echa sus brincos y sus carreras, aguanta vara pues, y eso que a veces ni aceite le echo. Y luce bastante presentable. Todo un milagro de la naturaleza, digo yo.

Parafraseando al maestro Nervo, amé, fui amada, el sol acarició mi faz: 2007, nada me debes; 2007, estamos en paz.

Paz para todos ustedes también por acompañarme durante todo este año. Neto que los quiero, snif.
Ahora ¿qué tal si me dejan su Top Tri de algo chido durante el 2007?
Muy feliz 2008.

lunes, diciembre 24, 2007

Recado para Santaclós

Querido Santaclós:

En esta Navidad te pido que les recuerdes a todos los que van a estar de mustios en la Iglesia dándose golpes de pecho y contando lo buenos y generosos que son, que María y José también fueron migrantes; porque durante este año que termina parece que a mucha gente, incluidos los imbéciles políticos –los de aquí y los de allá-, nomás como que se les olvidó.


Ahí te dejé unas galletitas, a ver si así le echas más ganas.


La Chilangelina.

sábado, diciembre 22, 2007

Recado que no olvida a Acteal

Han pasado 10 años, y para muchos, como si no hubiera pasado nada.



Al habla, el maestro Carlos Montemayor.

miércoles, diciembre 19, 2007

Recado de San Pancho

Tarde pero sin sueño llega el esperado (como por dos personas, una de ellas yo) Recado de San Pancho. Les advierto: está bien largo, así que planeen bien su mañana o tarde o la hora que sea, no me vayan a echar la culpa a mí si los corren o si pierden el camión.

Empiezo diciendo: no tengo idea de por qué no había ido a San Francisco. La ciudad es la onda. Es superbonita, eso se sabe.Visualmente es muy estimulante, no sólo por las subidas y bajadas y las fachadas de casas que yo sólo había visto en las películas pero que resulta que sí son netas, ni por el Chinatown que resultó ser mejor que el de las películas. La cosa es que la ubicación geográfica de la ciudad hace que casi al doblar cada esquina tengas una vista bien chida, de lo que sea: del mar, del Golden Gate, del Bay Bridge, del centro financiero, de la calle Market, la más conocida, o de la calle Mission, la que carga el estereotipo de ser “la calle de los latinos”. Me pareció una ciudad muy auténtica -excepto por la parte de los latinos, pero es probable que eso sea por una comparación inconsciente que hago con Los Ángeles. En fin; Diego y yo nos sentimos super cómodos desde el primer día –noche- que llegamos.

Desde el camino nos fuimos dando taco de ojo por el hermoso valle central de California, cantando rolas que fueron desde Janis Joplin hasta Los Tigres del Norte...

...y llegamos de nochecita a San Francisco, después de casi siete horas de camino.
boomp3.com


La bronca de viajar en la fecha en que lo hicimos es que el sol se está metiendo cerca de las 4:30 PM. Prácticamente pierdes medio día de hacer cosas; mucho de lo que queríamos hacer tuvimos que hacerlo sin luz de día, y las fotos también se complican por esta circunstancia, pero pues la verdad es que nos la pasamos super chido: Vimos las calles llenas de cables y rieles por los trolleys y los cable cars...


…y el asunto de los cable cars resultó ser super chido: al llegar a la terminal, los operadores se tienen que bajar y darle la vuelta “manualmente”, empujando el trenecito sobre una plataforma de madera giratoria en el piso, para volverlo a conectar con el riel.

Una vez arriba, el camino se ve así:

Y si eres Diego y te cuelgas y tu esposa te toma una foto, sales todo movido y te ves como fantasma, así:

El caso es que al día siguiente de llegar nos lanzamos a la isla de Alcatraz, en donde por años funcionó una de las prisiones de alta seguridad más gruexas del mundo (dizque). Por supuesto, abundaré sobre el tema, con fotos y viboreo, en un recado posterior. Por lo pronto, tres fotitos: La isla de lejos, cuando íbamos en camino...

las celdas horrorosas...

...y el Golden Gate de lejecitos, cuando íbamos de regreso.

El Golden Gate, por cierto, me decepcionó un poquitín porque me lo imaginaba más largo; lo que sí es que está muy alto, muy rojo y muy presumido, así que al final uno acaba tómele y tómele fotos.


Pero sí hubo otras cosas que no me esperaba tan auténticas, como el barrio chino. A diferencia del Chinatown de Los Ángeles, que es un poco escenográfico, como muy armado para los turistas, en el Chinatown de San Francisco la gente (los chinos) viven, comen, van a la escuela, cuelgan su ropa en las ventanas, hacen su vida normal, como si estuvieran en China, pues (creo, porque nunca he estado en China). Según su página de internet, es el barrio chino más grande fuera de Asia. Me encantó.




Por ahí del tercer día, decidimos descolgarnos al Valle de Napa. Eso también es tema de otro recado, porque les tengo que contar cómo es que acabamos siendo socios de Francis Ford Coppola, pero la historia vendrá después. De adelanto, a’i 'tán los viñedos y las barricas de Rubicon Estate, la winery de míster Coppola.


Luego, no podía faltar la visita al barrio “jipi”, de nombre Haight-Ashbury porque esas son las calles que hacen esquina en donde “empieza” el barrio. Recorrimos tiendas y tiendas y tiendas y no acabábamos, está super chido, una mezcla de atrapado en los sesentas y mire-usted-todo-lo-que-ha-venido-a-parar-aquí.

En esta foto que sigue: arriba, la que fue la casa de Jimi Hendrix; abajo, una tabaquería donde venden unas pipas bien jefas.



Adivine el lector cuál de estos bonitos objetos se compró el Diego:

Sí, le atinó usted: la hebilla de El Santo. El Santo en el barrio jipi, qué barbaridad. Yo me compré un morralito, unos anillos plásticos pocamadre y unas mascadas bien chidas, una de las cuales algún día deberá aparecer en este blog.
Además del barrio jipi, el otro landmark obligado era la librería Citylights. Sí, adivinó usted: habrá recado al respecto.


La neta es que no me alcanza el post para contarles todo lo que vi: A un chino sonriente en una protesta de PETA en contra de las pieles que vienen de China…

El edificio del City Hall…

El Palacio de las Bellas Artes por la noche…

Un baño público en plena avenida Market…

Escenas varias del metro…



Y escenas varias callejeras.



Y también fuimos al Museo de Arte Moderno, nomás que ahí no dejan tomar fotos, y a Fisherman's Wharf, y al barrio italiano y a Castro, el llamado "barrio gay". Pero la gran maravilla fue el último día, que fuimos al Letterman Digital Arts Center, el centro creado por George Lucas especializado en efectos especiales, valga la redundancia. Es un conglomerado enorme de edificios chidísimos en medio de un parque nacional, donde todos están muy ocupados, por supuesto. En algún lugar había leído que el punto más conocido del centro era una fuente con una estatua de Yoda. ‘Tons ahí vamos a buscar al Yoda, of course. Y lo encontramos.


Tomamos las fotos y me dice Diego: “Oye, y qué habrá en esa oficina de allá”. Volteando para todos lados, porque le habíamos dicho a la monita de seguridad que sólo tomábamos la foto y nos íbamos, ahí vamos para adentro. ¿Qué creen que había?

(La respuesta en un próximo recado).

Regresamos bien cansados, con libros y botellas de vino y chunches que compramos y que no sirven para nada, y sin un quinto, pero bien contentos.
‘Tons este post, ahí donde lo vieron tan largo, fue nomás una probadita del rolecín, ¿no? Pero como este recadero se preocupa por la difusión del conocimiento y la sólida cultura general de sus lectores, yo les prometo que vendrán dos o tres recados con más fotos y más datos y más chisme y más suspenso y emoción, y tal vez un conato de sexo.
Stay tuned.