martes, diciembre 21, 2004

Recado postelectoral

Con evidente retraso debido a situaciones que más o menos les he relatado a algunos de ustedes, envío el balance que prometí hace mes y medio. Ya se me ha pasado la cruda de la derrota electoral de los demócratas en Estados Unidos, y posiblemente algunos de mis comentarios se sentirán reiterativos o fuera de tiempo, pero pues va de todos modos con los resultados que todos conocemos: un país dividido, un aire de desesperanza en los estados que votaron mayoritariamente demócrata, y un gobierno que después de cuatro años de dudosa legitimidad, se coronó con una ventaja de cuatro millones de votos que le dará carta blanca para actuar de aquí al 2008. Pero también una población que, sorprendentemente, desde un día después de la elección sigue haciendo campaña anti-Bush para que la gente se mantenga alerta ante lo que ocurra estos cuatro años.

Tengo mucho que contarles sobre otros aspectos de nuestra extraña e interesante vida aquí, pero no quería seguir sin sacar este pendiente, así que comento “brevemente” algunas cosas vistas desde este microrincón de California, demócrata hasta las cachas.

Todos a promover!
Fue impresionante el despliegue que hicieron todos los sectores para promover el voto. No hablo de los esfuerzos para hacer campaña por uno u otro candidato; me refiero a la motivación para que la gente saliera a las urnas. Canales de televisión, ONG´s, empresas, escuelas, actores, asociaciones, en todos lados veías invitaciones a votar. Una organización de mujeres lanzó un spot en TV que decía: “En el año 2000 más de un millón de mujeres registradas para votar no acudieron a las urnas... la elección se ganó por menos de 600 votos. Hoy tienes una oportunidad. Vota”. En otro, aparecía Jennifer Aniston (la actriz de Friends) diciendo: “Tú no permitirías que alguien te dijera qué ropa ponerte, qué auto comprar, a dónde ir, qué comer. ¿Por qué vas a permitir que alguien decida quién te va a gobernar? Ejerce tu derecho a decidir: vota”. MTV hizo una super campaña de información para los chavos; hizo programas especiales, entrevistó a los dos candidatos con preguntas de interés para ese sector, como las relativas a sexualidad, drogas y empleo. También transmitió spots con cantantes, desde Christina Aguilera hasta Snoop Dog, invitando a votar. En todos lados te recordaban las fechas límite para registrarte, y muchísimos sitios de internet, desde los informativos hasta los que venden shampoo, te ofrecían la forma de registro para votación. En verdad, la campaña de promoción del voto, al menos aquí, me pareció impecable. Y sí, en algunos casos, fue promovida por los detractores de Bush, pero en general, descubrí una consciencia colectiva de la importancia de promover la cultura del voto y la participación ciudadana.

Yo pienso así, tú piensas así
Aunque como les he dicho, California se puede calificar como demócrata, siempre hay algunos núcleos anti-Bush. Nos tocó en una ocasión, en Santa Mónica, ver una discusión interesante. En esa ciudad, ubicada junto al mar y en la zona conurbada de Los Angeles, existe una zona comercial-cultural en la que hay tiendas y tienditas, y en la que se instalan algunos artistas callejeros, activistas, etc. Bueno, ese día, un grupo de promotores del voto pro-Bush puso una mesita con su propaganda y te invitaba a afiliarte al partido republicano. De volada reaccionaron algunos chavos que llegaron a poner a un lado, eso sí, respetuosamente, sus propias propagandas improvisadas pro Kerry y anti-Bush. Por supuesto, un par de chavos, uno de cada bando, empezó a discutir (no me refiero a pelear, me refiero a debatir, intercambiar ideas), y alrededor de ellos se empezaron a hacer bolitas (la de los anti-Bush más grande). Varios intevinieron, unos más vehementemente que los otros, pero los argumentos eran los mismos: los pro-Bush, convencidos de que la guerra vale la pena para salvar la bondad y la rectitud del mundo, porque además se hace para estar acorde con lo que manda la Biblia; los anti-Bush seguros de que la guerra, y más esta guerra, es una idiotez, y que más importante que la interpretación parcial de cualquier libro religioso es la dignidad y el respeto a las vidas humanas.

Tal vez les parecerá una obviedad, pero no lo es. Por ejemplo, en nuestro país, aunque tengamos grandes diferencias en materia política, partimos de una plataforma de valores más o menos similares: en cuanto a la familia, al respeto por la vida, a la supremacía del amor o la salud sobre el dinero, en la condena de la corrupción y las prácticas clientelares, etc. Ningún partido político mexicano defendería una guerra en su plataforma electoral, ni justificaría la pérdida de vidas. Y hasta el momento, ningún partido en México (al menos ninguno de los que han logrado conservar su registro) promovería la legalización de las relaciones homosexuales en una campaña política. Nosotros en general, y algunos otros países, podremos tener grandes diferencias en materia de acciones, pero no en materia de valores. Sin embargo, en este debate que les refiero presenciamos cómo dos sectores de la misma sociedad discutían sobre plataformas de valores completamente diferentes: unos condenaban el derecho de las mujeres a decidir si desean o no un aborto, pero justificaban la muerte de niños en medio oriente; otros defendían la pluralidad pero condenaban la religiosidad de los opositores. Las posturas, al menos aquí, son radicales, y la gente está verdaderamente convencida de la propia. Creo que por eso los resultados fueron tales: los indecisos no votaron, y los que votaron lo hicieron con ahínco y pasión. No sé cómo puede esto impactar en el futuro de un país, pero no creo que nada bueno pueda salir de ello.

Los anti-Bush: "Sorry, world!"
Todos, todos los sitios por donde pasamos durante las semanas previas a la elección, hacían una parodia de este presidente: por tonto, por malinformado, por incapaz. Como saben el Halloween, celebración de gran importancia en este país, tuvo lugar dos días antes de las elecciones. En la tradicional celebración que se hace en West Hollywood –una ciudad progresista conocida por su tolerancia religiosa y respeto a la diversidad sexual- se acostumbra cerrar una avenida a lo largo de varias cuadras y por ahí circulan las personas con disfraces insólitos e ingeniosos, en una mezcla de carnaval, desfile del orgullo gay y festival de la primavera de un kinder, una cosa muy loca. Muchísimos de estos disfraces fueron encaminados a hacer propaganda antibush. Una chica disfrazada de nerd, con lentes, dientes enormes y cara de mensa, cantaba por toda la calle “four more years”. Unos tipos disfrazados de banqueros millonarios como los que dibujan los moneros mexicanos, arrastrando bolsas de dinero y propaganda a favor de la guerra, también hacían campaña por la reelección. Eso hizo que, aunque siempre supimos que iba a ganar Bush, nos sintiéramos menos solos y menos tristes.

Finalmente, desde hace mucho les quería comentar sobre la página www.sorryeverybody.com para quienes aún no la conozcan, interesantísima en el link que dice “gallery”. A uno de estos jóvenes americanos conscientes, afligido por las consecuencias que tendrá la reelección para el mundo, se le ocurrió escribir en una hoja: “Sorry! Hicimos lo que pudimos”, tomarle una foto y subirla a internet. Es la hora en que decenas de miles de estadounidenses y personas de otros países siguen subiendo sus fotos, para hacerle saber al mundo que aunque ganó el asno, hay casi una mitad de país sensata, que seguirá luchando por enderezarle el rumbo al barco, a sabiendas de que, involuntariamente, son parte importante del timón. Créanme, ha sido muy reconfortante saber que la juventud informada e ilustrada de este país es consciente de lo que está ocurriendo, porque son ellos, y no los viejos religiosos de Texas, quienes dirigirán el rumbo de los Estados Unidos durante los próximos años. Y querámoslo o no, eso es una esperanza para el mundo.