jueves, noviembre 27, 2008
domingo, noviembre 23, 2008
Recado pa’ que te cases
Para la Gaviota, por valiente.
Nada; que este recadero ha estado muy solemne. Pongámosle un poco de diversión y hagamos lo siguiente:
1- Agarren a su pior es nada de preferencia: él, ella, indeciso, gordo, flaco, como sea; el caso es que sea alguien que haga que se les afloje la ropa interior, si es que usan.
2- Corran a una agencia de viajes o a un sitio web que venda boletos baratitos.
3- Compren dos pasajes con hotel incluido a Las Vegas.
Mientras más decrépito y kitsch sea el hotel, mayor diversión garantizada.
4- Beban hasta que vean borroso. Si ya ven borroso porque son miopes, beban hasta que oigan borroso.
5- Plántele un beso a su el/la/lo pior es nada y llévelo a contraer matrimonio (jojo, contraer, como las enfermedades). A elegir:
a) Capilla blanca inmaculada cursi como de película mala del canal cinco de Televisa.
b) Capilla que hace homenaje al grito de Dolores. O a Alejandro Graham Bell. O al Taco Bell.
c) Capilla de nombre impronunciable. Note usted la oficina de abogados justo a un ladito.
domingo, noviembre 16, 2008
Recado misceláneo de semana difícil
Estaba en el albergue a donde los desplazaron cuando llegó un bomberote con la cara enrojecida y rastros de ceniza por todos lados, a poner en un pizarrón el nombre de una calle y unos números: 211, 219, 226, etcétera, once números. La gente se reunió alrededor del pizarrón. El tipo dijo: “Esta es la dirección de las casas que se salvaron. Todo lo demás ya no existe”. 600 casas.
Un viejito preguntaba: “Oiga, ¿y en la calle Sycamore?” y le daba el número de su casa al bomberote. Con todo lo cansado que estaba, el tipo volteo y con toda la ternura que le fue posible, le dijo: “Lo siento, no lo tengo en esta lista”. “¿Y si no lo tiene es que ya no está, ¿verdad?”, dijo el hombre con voz bajita, sin llorar, sin nada. A mí se me partía el alma, quería llorar por él. Más tarde me contó que alcanzó a sacar de su casa su trompeta, sus palos de golf y unas fotos. Sus únicas pertenencias a los ochenta y tantos años.
2- Yo sé que en todo el mundo los bomberos se rifan, yo lo sé. Pero si alguien vive o ha vivido en el sur de California, sabrá que los hombres que trabajan aquí como bomberos no tienen comparación. En pocos lugares llegan estos incendios que devoran todo a su paso durante días; y durante días nuestros bomberos de California están ahí, día y noche. A veces pasa más de una semana y las montañas siguen ardiendo; paradójicamente el espectáculo es bellísimo. Y uno sabe que ahí están, cuando a los que estamos en la comodidad de nuestra casa nos llega el reporte de que apenas 40% del fuego está contenido.
3- A riesgo de verme frívola como la madre: además de rifados, los bomberotes están bien, bien guapos. Me sentía terrible porque, en medio de la tragedia, no podía dejar de notarlo. Son más o menos así, sólo que con camisa para que no se les queme el pechito.
4- Pasando a otra cosa: como que la euforia del triunfo de Obama no me había dejado celebrar lo otro, que ya mero llega: ¡Ya se va el imbécil!
Liniers hizo esta tirita:
6- Que tengan feliz semana de puente en México y de incendios en elei.
domingo, noviembre 09, 2008
Recado misceláneo empachado
Para el Tattoo Hunter, porque me cae rebién que sea tan clavadazo en la gabachopolitik.
(Advertencia: este recado quedó largo y tiene pocos "muñequitos". Si les da hueva leer todo, vayan directamente al video del final, que no se pueden perder por nada del mundo). (Actualización: ya me dijeron que el maldito video no se ve fuera de Estados Unidos y no lo encuentro en YouTube. Ok, vayan al blog del Sandía, allá sí hay hartos dibujitos).
De acuerdo con la RAE, estar “empachado” es estar indigesto. Así me siento informativamente: campaña, viaje a Phoenix a cubrir al candidato loser, o sea el McCain; repunte de Obama, caída de avión; muerte de Mouriño, triunfo de Obama; regreso a Los Ángeles, la Proposición 8 se aprueba en California; manifestaciones, despidos en mi periódico, frío, calor, poco tiempo para lavar ropa… por favor, alguien páseme un Alka Seltzer.
1- Estuve en la capital de Arizona cubriendo al candidato perdedor. Me bastó un día y medio para entender por qué perdieron. Además del factor Obama, de la esperanza, de los ocho años de rebuznos del imbécil, de la elección de señorita Wasilla como candidata a la vicepresidencia, seguro que al fracaso rotundo de la campaña ayudaron los tipos que estuvieron a cargo de la prensa y que resultaron ser muy desorganizados, muy poco atentos, y poco conscientes de la chamba que le toca hacer a uno.
Incluso con los invitados a su fiestaquealfinalnofuefiesta, fueron descorteses. Después de hacerlos esperar casi dos horas para trasladarlos al club superexclusivo donde fue el evento, y al que no te podías acercar en tu auto sino en camioncitos como de juguete que transportaban a la gente de 20 en 20 (ajá, 6 mil invitados más la prensa, hagan cuentas), cuando los hicieron pasar al lugar donde McCain dio su muy decente discurso de concesión, los hicieron atravesar por un campo de golf a obscuras. Fue muy divertido ver a las rubias con sus collares de perlas tratando de sacar sus tacones del pasto, que quedó lleno de hoyos. Una tipa lloraba diciendo “dicen que Obama ya ganó en Florida”, con sus taconzotes en la mano. Ay pero qué patético.
2- Pues nada, que Obama ya hizo historia, ey (¿se acuerdan de este recado? Brrrrrr). Interesante ver el despliegue mundial de la noticia. Chéquense algunas de las portadas de los diarios más importantes del mundo publicadas el día siguiente AQUÍ.
Yo alucino los encabezados obvios: “Gana Obama”. Duh! Si para el miércoles que sale el periódico hay alguien que aún no lo sabe, no merece saberlo. Pero hay algunos que me gustan, como este:
Por lo demás, lo he dicho y lo repito: no basta con que llegue un demócrata a la Casa Blanca; falta que se comporte como tal.
3- Del asunto Mouriño estoy un poco harta. Me molesta que haya ocurrido, y que haya ocurrido donde ocurrió, pero sobre todo cuando ocurrió. Me molesta que lo hayan vestido de accidente, y de héroe, y de mártir, y de casi única víctima. Me molesta muchísimo que en su funeral, su féretro haya estado delante de los demás, como si los otros no tuvieran familias e hijos que los estuvieran llorando, como si no hubieran muerto “sirviendo al país” (whatever that means). Podría decir más, pero lo que pienso lo dijo inmejorablemente el siempre acertado Blas. Vayan pa’llá.
Además ps era un pedazo de carne, y hay que respetar.
4- Hace unos meses, en este recado, contaba yo lo orgullosa que me sentía de vivir en California, justo cuando la Suprema Corte del estado eliminó la prohibición a los matrimonios entre personas del mismo sexo. El 4 de noviembre pasado ese orgullo se fue por la cloaca cuando fue aprobada la Proposición 8, una iniciativa llevada a la boleta electoral por los grupos conservadores para volver a prohibirlo. Ésta pasó con un 52.2% de los votos, y con mucha pena digo los grupos étnicos que votaron mayoritariamente a favor de la prohibición, fueron los negros y los latinos. Paradójico: el mismo día que el país avanza por elegir a un presidente que es parte de una minoría racial, estos grupos le niegan un derecho fundamental a una minoría sexual. Cuánto, cuánto nos falta aún.
El texto de la proposición inicia: “¿Debe ser cambiada la Constitución de California para eliminar el derecho que tienen las parejas del mismo sexo a casarse…”. El simple hecho de que la gente haya votado “sí” a una iniciativa que dice “eliminar el derecho” me parece medieval.
5- Me sorprende mucho darme cuenta cuando hablo con mis amigos en México que muchos de ellos piensan que la crisis económica en Estados Unidos le está pegando sólo a los bancos y a la bolsa de valores. De pronto no me creen cuando les digo cuán dura está la cosa por acá. Para nosotros, que trabajamos en medios, el asunto está del nabo: decenas de periódicos están despidiendo a su gente por centenares; el mío no llega a tanto, pero sí por decenas. Tenemos amigos que ya están padeciendo la situación de una manera de verdad dolorosa; una amiga muy querida perdió su empleo justo tres semanas después de que la empresa donde trabajaba su marido cerró. En este contexto, nosotros somos muy afortunados por seguir teniendo empleo, sobre todo en algo que nos gusta; pero también eso nos está haciendo tener muy poco tiempo para hacer otras cosas; porque puede haber menos gente, pero hay que sacar la misma cantidad de chamba.
El drama anterior es para decirles lo siguiente, y se los digo de todo corazón: a muchos de ustedes les he dejado de comentar en sus blogs, y a algunos los estoy visitando sólo una vez por semana, a veces menos; sin embargo la mayoría de ustedes sigue viniendo a este recadero y eso para mí es muy importante. De verdad, en medio de tanta bazofia, no saben cuánto lo aprecio.
6- Cambiando de tema: El show de Conan O’Brian hizo un sketch con una “entrevista” a John McCain después de la elección. Por favor, mueran de risa con el tipo; yo particularmente lo hice cuando se refiere a la familia Palin como “Iceberg Hillbillies” y “Moose molesting pack of tundra trash”.
martes, noviembre 04, 2008
Recado de proceso electoral gabacho para dummies
Hace un rato El Ganso preguntaba vía Twitter que cómo es que funcionaba el proceso electoral estadounidense, con el asunto de los votantes y los electores. Y la Chilangelina, siempre metiche, procede a escabecharse un recado rapidito, en medio del ajetreo en el que anda atravesada, para ver si en algo ayuda. Hasta donde lo entiendo, ahí les va.
En todos los países del mundo, al menos hasta donde tengo información, el proceso de una elección es muy sencillo: la gente va a las urnas, deposita los votos, los votos se cuentan, el candidato que tenga más votos gana. Sin embargo los gabachos, que todo lo quieren hacer muy sofís, tienen el sistema de electores, que son quienes representan a los votantes en el Colegio Electoral.
El Colegio Electoral es un organismo conformado por 538 electores, que son como “delegados” que representan a un cierto porcentaje de la población. La cantidad de electores “delegados” por estado depende de la densidad poblacional de dicho estado. Así, por ejemplo, California y Texas, que son estados grandototes y muy poblados, cuentan con 55 y 34 respectivamente; estados chiquitos y poco poblados, como Vermont (que es chiquito) o Alaska (que es grandote, pero en el que sólo viven Sarah Palin, su familia y unos alces), cuentan sólo con tres. Si sumamos los de todos los estados, el total es 538.
Estos 538 delegados (como los llamaré aquí, aunque el nombre oficial es electores) se reúnen en diciembre y votan de acuerdo con el resultado obtenido en su estado. Por ejemplo, si en California gana el candidato demócrata, los 55 delegados de California llegarán a esa reunión a votar por el candidato demócrata. Ese voto, se llama voto electoral. El mapa que puse aquí arriba, entonces, es un mapa de distribución de votos electorales.
¿Hasta aquí vamos bien, todo claro? El que no entienda que levante la mano. ¿Nadie? ‘Ta bueno, entonces seguimos.
¿Cómo es que gana un candidato u otro en cada estado? Ah, pues para eso es la elección de noviembre. Todos los ciudadanos acuden a las urnas, tal como en el resto de los países, y depositan su voto. La diferencia es que cuando se cuentan los votos, digamos, de California, estos votos NO se suman a los votos de los otros estados. Voy a poner un ejemplo con una hipotética cifra cerrada. Imaginemos que en California votan 100 personas. Imaginemos que de esas, 70 votan por Obama y 30 por McCain. Como ganó Obama, los 55 votos electorales de California van a ser para Obama, y lo que ganó McCain ya no cuenta. En inglés esta regla se conoce como “winner takes all”, o sea, el ganador se lleva todo. Por eso se dice que en una elección, lo que se está peleando no son los votos individuales, sino los votos electorales: se necesitan 270 o más para ganar la elección. Pero obvio, para ganar los votos electorales, es importante que la gente ejerza el voto individual.
¿Se acuerdan del caso Florida en el año 2000, cuando Al Gore “perdió” la presidencia contra George Bush? Florida tiene 29 votos electorales, es un estado importante. Cuando se hizo el recuento –que estuvo plagado de irregularidades, pero eso es para otro post-, la diferencia entre Gore y Bush fue de menos de 600 votos individuales. Por esa diferencia, Bush se quedó con los 29 votos electorales y ganó la elección.
Esa es una lección que los estadounidenses no olvidan, es lo que les hizo recordar que cada voto cuenta. Si mil, dos mil, tres mil de las personas que simpatizaban con Gore pero que no votaron porque les dio hueva, tenían sueño, se quedaron chateando, lo que sea, hubieran ido a votar, el resultado, el destino del país y probablemente del mundo hubiera sido otro.
Este sistema de “winner takes all” ha sido muy cuestionado por la falta de representación parcial en la que quedan quienes votaron por el candidato que no ganó en su estado. Quienes lo critican han planteado la posibilidad de cambiarlo por uno de representación proporcional: que si el estado tiene 10 votos electorales, y 70% de los votos va por uno y 30% por otro, pues tres votos electorales vayan siete para uno y tres para el otro. Creo que algunos estados lo aplican, pero son como tres o cuatro; el grueso del país se rige por el “winner takes all”.
Curiosamente, en el país que se hace llamar el más democrático del mundo, este sistema también puede provocar que llegue a la presidencia quien tuvo menos votos individuales. Voy a poner un ejemplo con los tres estados más grandes en cuanto a votos electorales; las cifras que usaré son reales, aunque es poco probable que los resultados se registraran así; es sólo para ilustrar esta posibilidad, que se ha dado poquísimas veces, pero que existe.
Digamos que California, Texas y Florida, fueran los tres estados a considerar. Sus cifras son estas:
California - 17 millones - 55
Texas - 13 millones - 34
Florida - 11 millones - 29
Ahora supongamos que el voto se dividiera así:
(perdonen mi horrendo dibujito, es tarde y tengo sueño)
Si se fijan, en la suma de votos individuales, los azules tendrían 26 millones de votos y los rojos 15 millones; pero en la suma de votos electorales, los azules quedarían con 55 votos electorales y los rojos con 63.
En la elección del 2000 pasó algo así: Gore tuvo más de medio millón más de votos individuales que Bush a nivel nacional, pero Bush tuvo más votos electorales; la diferencia la hizo Florida.
Espero haber sido más o menos clara; me voy a dormir, ya es 4 de noviembre y el día es largo y prometedor. Si tienen preguntas échenlas, haré lo posible por responderlas.