Bueno, ustedes no perdonan, gente. Apenas digo "ya regresé" y ya me están tronando el látigo: "Ya pasaron muchos días, no has puesto nada, blah" (te estoy viendo, Carmen). Ah, pero es que miren: yo escribía, pero para otro changarro.
Resulta que Ángel, echándole leña al fuego del regreso, me invitó a participar en la sección Blogger Café de su blog El Ornitorrinco en Línea. La cosa era escribir por qué blogueo, para quién, usando qué herramientas, con qué frecuencia, largo etcétera.
Redactando el textito me fue cayendo el veinte una vez más de lo chido que se da la relación con el mundo a través de un blog. Como en el recado anterior me puse re-cursi, no repetiré aquí nada de eso, pero si alguien lo quiere leer, vaya corriendo al citado texto y echémonos una platicada allá. Cuéntenme, por ejemplo, cuál ha sido la mejor experiencia que han tenido a raíz de que escriben su blog, qué cosas chidas les ha dejado, qué es lo que ven venir. Tenemos un buen pretexto para reivindicarlos, que al fin son nuestros.
Dicho lo anterior, píquele usted
Resulta que Ángel, echándole leña al fuego del regreso, me invitó a participar en la sección Blogger Café de su blog El Ornitorrinco en Línea. La cosa era escribir por qué blogueo, para quién, usando qué herramientas, con qué frecuencia, largo etcétera.
Redactando el textito me fue cayendo el veinte una vez más de lo chido que se da la relación con el mundo a través de un blog. Como en el recado anterior me puse re-cursi, no repetiré aquí nada de eso, pero si alguien lo quiere leer, vaya corriendo al citado texto y echémonos una platicada allá. Cuéntenme, por ejemplo, cuál ha sido la mejor experiencia que han tenido a raíz de que escriben su blog, qué cosas chidas les ha dejado, qué es lo que ven venir. Tenemos un buen pretexto para reivindicarlos, que al fin son nuestros.
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