lunes, marzo 02, 2009

Recado que les pide que identifiquen...

...a estos amables señores.




Ajá, ya sé: los huevones diputados. Pero no, obviamente no es eso lo que quiero que identifiquen, pues si no soy tonta. Lo que quiero que me digan es, ¿saben quién es su diputado?

El asunto es este: todos nos quejamos de todos. De los del IFE, de los funcionarios, de Elba Esther, de los diputados; todos son una bola de corruptos huevones hijos de la chingada rateros que no merecen respirar, ¿verdad? Pero el asunto es este: a los últimos, los pusimos nosotros.

Con toda honestidad: ¿alguno de ustedes se sabe el nombre de su diputado federal? ¿Saben dónde está su oficina? ¿Saben su teléfono?

Hagamos algo. Si lo saben, son ustedes unos chidos. Y si no saben quién es, es tiempo de buscarlo. Creo que para eso ayudan los datos que aparecen en su credencial de elector.

Una vez que sepan quién es, hagamos lo siguiente: entremos a la página de la Cámara de Diputados, busquemos el teléfono de nuestro diputado y llamémosle. Digámosle lo que pensamos. Quéjemonos. "Señor (a), vivo en su distrito, voté por usted (aunque no sea cierto), y tengo derecho a que me escuche. Es más: a exigirle". De verdad, nos sentiremos mejor.

Llevo varios días viendo la promoción de esa campaña que pide a la gente que anule su voto en la próxima elección federal, como si la participación política ciudadana que nos costó años conquistar no valiera nada. Neto, yo quisiera saber cuántos de los que promueven esta campaña saben quién es su diputado. Porque es fácil quejarse y hacerse a un lado; lo difícil es exigirle cuentas a los responsables.


*Actualización: "La democracia no se hace en la casilla, sino en el día a día". El Tattoo Hunter escribió sobre el asunto AQUÍ.

26 comentarios:

Chilangelina dijo...

Por cierto, mi diputada es Maricela Contreras del PRD, y me gusta mucho el trabajo que está haciendo.

Amiguiz dijo...

Mis diputados (sigo siendo xalapeña) me dan pena, por eso no pongo sus nombres. Una, lo mejor que sabe hacer es conducir un programa televisivo de caridad ("Usted no está solo"). El otro, panista, no ha hecho otra cosa que declaraciones "polémicas". Ni hablar. A los del DF no los conozco. Soy irresponsable, no actualicé mi credencial de elector; me empeño en no ser chilanga, sigo votando en Xalapa.

Oye, Chila, ¿y anular el voto no es también es una forma de participación ciudadana?

Chilangelina dijo...

Sí, creo que tienes razón. El problema es que con la anulación del voto, con tu decisión de "no elegir", anulas también tu posibilidad de ejercer una real representación.

Creo que lo que quise decir y tal vez no logré contundentemente, es que existe una solución para eliminar a los malos diputados, y esa no es IGNORARLOS, sino CONFRONTARLOS. No creo que la solución sea "yo no voto porque nadie de ahí me representa", sino decir "tú me representas y te exijo que tus acciones correspondan a tu obligación".

El tema de los diputados es un buen ejemplo: tú sabes quién es tu diputado, pero si hacemos un ejercicio de honestidad, la gran mayoría de la gente no lo sabe. Y aún quienes lo sabemos, habría que ver cuántos les llamamos, les exigimos rendición de cuentas o vamos a verlos al Congreso. "Nel, qué hueva, además a mí ni me gusta la política", te dicen algunos. "Todos son iguales".

En todo caso, me parece más responsable hacer una campaña por una candidatura ciudadana a una diputación, que anular el voto (es decir, que si todos sabemos que hay alguien que sí nos representaría, pongamos su nombre en la boleta. No es que piense que es la mejor solución, pero al menos manda un mensaje proactivo). Habría que presionar a los partidos (en este momento se están definiendo las candidaturas ¿cuánta gente conoces que esté interesada en el proceso? "No, que hueva", te responderán); movilizarse, poner bajo la luz pública la falta de cumplimiento de tu diputado en tu colonia, en tu delegación.

Anular el voto manda un mensaje moral, pero si estamos conscientes de que estos lo que buscan es llegar a sentarse y les vale madre el juicio moral, lo que estamos haciendo es allanarles el camino, porque igual van a llegar, y con un voto o con un millón, el cargo es legítimo. Desde mi óptica, anular el voto es simplemente rendirse: marcas todas las casillas, depositas en la urna, te vas a tu casa con la conciencia tranquila, y en septiembre los mismos huevones volverán a llegar a dormirse en la curul con el dinero que todos pagamos.

Carmen dijo...

Yo sé quién es mi diputadete, le exijo solución al problema de doña Perra y sus perritos y como quien pide una carta a los santos reyes.

La justicia y las leyes están pero nadie las cumple. Así llevo más de siete u ocho años.
En el estado de México hubo un caso que ya reportó animales muertos y no sabes el mitote que se ha armado, la diferencia que allá fueron 3 años y era un depto, el mismo caso de mascotas que el mío.
Luego dicen el el radio: es que no escuchan a los vecinos en el estado de ´México.

No lo escucharan a menos que me de por tomar un machete, con la diferencia que a mí si me mandan al bote.

Y por supuesto que nunca anularía mi voto. Qué grado tan amplio de estupidez el de esa campaña.

EfrenOso dijo...

No, yo no lo se!

Por los que vote no ganaron!

Pero debo de hacer lo que dice el dicho:

"La politica es algo muy importante, como para dejarla en manos de los Politicos"

Saludos

Chilangelina dijo...

EfrenOso, no importa si no ganó tu candidato; el que haya ganado tiene la obligación de representar a todos, y todos tenemos derecho a exigirles.
Si no votaste por él, con más razón: debemos convertirnos en su sombra, hacer que se merezcan el lugar en el que están. No pensar en qué hacer con los que vienen, sino atender el asunto con los que ya están.

Angel Alberto dijo...

Pues habría que iniciar una campaña para que todos tengan los datos de su diputado ahi en su blog/facebook/suspace/.

Como cuando adoptan una mascota virtual.

... no se leer la informacion de mi credencial :(

Vil Clinton dijo...

Que pasaría si:

El día de las elecciones el 50% de la gente que forma parte constante del abstencionismo se presentara en su casilla pero anulara su voto.

Además, todos aquellos que siempre se hallan en la situación de que deben votar por "el menos malo", fueran y anularan su voto.

Además, todos quienes creen que el sistema democrático realmente no funciona como nos enseñaron en la secundaria que funcionaba, fueran y anularan su voto.

Que pasaría si, una vez hechos los conteos, los votos anulados a propósito conformaran el 75% o más de los votos emitidos?

No nos llevaría a TODOS a pensar con más detenimiento que algo anda realmente mal con el sistema político nacional? (y con muchas otras cosas más, por supuesto)

No sería eso un verdadero cambio? No sería lo que hace falta para que la gente entienda que pensar que vivimos en una democracia es algo falaz?

Yo no apoyo esa campaña en los términos viscerales y simplones en los que está planteada pero creo que anular el voto es una forma muy válida de expresión y participación que, muchas veces, es vista con desaprobación por quienes, de una u otra forma, fomentan o entran inadvertidamente en el juego que, al menos en nuestro país, llaman democracia, la cual en realidad va más acorde con el mundo virtual de los Sims que con una ciudadanía real y digna.

Mi grano de arena nihilista para esta discusión. Saludos!

Chilangelina dijo...

Muy romántico, ey: 75% de votos anulados, todos reflexionando, los medios internacionales hablando de ello y Elba Esther sentada en la curul.
Porque aún con un voto, alguien se tiene que sentar ahí.

Yo creo que es fácil decir que lo que anda mal es el sistema político nacional; eso nos exculpa. Yo no creo que el pedo sea la estructura, creo que el pedo es que la gente no ejerce su derecho a revisar cómo opera la estructura.

Si ese 75% de personas que dentro de cuatro meses van a ser heroicos anulando su boleta y después yendo a platicar de ello en un Starbucks, mejor HOY fueran a tocarle la puerta a su diputado y a pedirle cuentas; si ese 75% HOY fuera a las reuniones de los partidos a exigir una revisión de méritos de aquellos que se van a postular para diputados, entonces empezaríamos a ejercer una real democracia que, coincido contigo, aún no vemos en nuestro país (pero no por culpa de los políticos; por culpa de los que los ponen ahí y luego no les piden cuentas).

Insisto: todo aquel que haya votado hace tres años, que me diga el nombre de su diputado y que me dé su teléfono. Y si no está dispuesto a pedirle cuentas, que no se queje.

Enrico dijo...

Yo no voté en las elecciones de 2006 ni votaré en las de este año. Tampoco me interesa mi diputado, respeto a los que tienen interés en las votaciones y en ponerse representantes, pero no comparto la idea de las elecciones y los partidos. Mi identificación es mi pasaporte.

Amiguiz dijo...

Deja encuentro un fragmento chido del Ensayo sobre la lucidez y te lo paso. El detalle es que está en Xalapa, como todos mis libros y mis cockers. Pronto. Promesa.

Garash dijo...

Coincido contigo en exigir a nuestros "representantes", pero creo que lo que de verdad hace falta es movilizarnos desde nuestras comunidades, trabajar por ellas, organizarlas y desde ahí proyectar un representante real.

Creo que desgraciadamente en México el votar sólo significa validar el podrido sistema político.

Saludos.

Xerófilo dijo...

Hola:
De veras que qué bueno que abordaste el punto.
Coincido contigo. Me da una tristeza y temor profundo la idea de la abstención y/o la anulación masiva. Com tú bien dices. Aún con un elevado abstencionismo o anulación alguien se sentará ahí.
De hecho yo estoy convencido que los participantes más despreciables del ámbito político desean que no votemos, ya que así serán sus huestes quienes definan la composición de la cámara de diputados.

Sin embargo tengo una discrepancia. Yo no voto por personas, sino por partidos. Específicamente por su plataforma política, sustentada en la diagnosis de lo que es el país y los estados.

De hecho ese es mi coraje, la traición de los partidos y de nuestros representantes a su plataforma política. Y ni modo, así sea por el menos peor, voy a volver a votar.

Por otro lado, la verdad no creo en tu idea de que "enchinchando" a nuestros representantes logremos algo (a no ser perder el tiempo). Y es que son cínicos a más no poder. Una vez en el cargo muchos se olvidan de casi todo.

Por ejemplo, con excepción de Rosario Ibarra, no ubico, en ninguna de las dos cámaras, a alguien que sea positivamente memorable.

En ese sentido pienso que, además de nuestra participación política formal, debe darse un movimiento civil paralelo. Pienso mucho en Gandhi y no, no me parece que AMLO esté a ese nivel.

Saludos y, de veras, qué bueno que tocas el punto.

RRS

Jair Trejo dijo...

Yo no creo en la Democracia mexicana: me hace sentir una víctima de la mayoría. Y ni siquiera de la mayoría; cuando veo las listas de candidatos a diputados me dan ganas de llorar... Puedo votar por quien yo quiera: Por el malo, por su familia, o por sus amigos. Yo no puse ahí a los diputados, básicamente se pusieron solitos; tienen secuestrado el sistema electoral.

Por otro lado, suponiendo que la gente en general se pusiera las pilas... igual y hasta sale peor. Francamente, si la gente le exigiera a sus diputados que se pusieran a trabajar... ¿les exigiría qué?. Si por la mayoría fuera, el aborto todavía estaría penalizado, no habría ley de sociedades de convivencia, tendríamos pena de muerte, jamás se legalizaría droga alguna, las televisoras segurían hinchándose de dinero con las campañas políticas...

¿Qué tan efectiva puede ser la participación política, cuando viene de un pueblo ignorante y manipulado como el nuestro?

En mi opinión, la alternativa más sana es dejar de legitimar un sistema en el que no creemos. "Al diablo sus instituciones". Porque, por mucho que le exijamos, el tigre no va a volverse vegetariano: el problema de nuestros representantes no es que sean huevones y no hagan nada por nosotros, sino que están al servicio de nuestros enemigos, y activamente nos joden.

Yo ya no espero nada bueno del sistema. Pero pienso que lo que tendríamos que hacer es sacudírnoslo; no tratar de que trabaje para nosotros, ni hacer como que no existe.

Chilangelina dijo...

Enrico, qué raro oír eso de ti. No entiendo entonces por qué fuiste observador electoral en 2006 (o al menos eso dice tu blog), por qué defendías el "voto por voto", ni por qué me decías que mi texto de López Obrador debió haber salido antes para que más gente votara por él.

Coincido con Garash y Xerófilo en un punto: la participación política se tiene que dar de manera paralela con la movilización ciudadana. Sin duda eso es lo que nos va a ayudar a tener verdadera representación, como dice Garash, desde nuestras comunidades.

Con lo que no estoy de acuerdo es con eso de votar por partidos, como lo dice Xerófilo. Yo pienso completamente lo opuesto en el caso de los diputados, porque el diputado representa los intereses de su comunidad, no los de su partido. Por eso es válido que un diputado cambie de partido, si eso favorece que le siga respondiendo a su comunidad. En los países donde existe la reelección, esto es más palpable: el diputado rinde cuentas a sus representados para que vuelvan a votar por él. Los diputados no siguen la línea del partido, porque el partido no es el que los mantiene en el cargo, sino sus representados.
En el caso de los presidentes o los gobernadores, sin embargo, sí creo que el voto es por el partido, porque uno vota por equipos, no por personas.
Dices que no sirve de nada "enchincharlos" porque una vez en el cargo se olvidan de todo; ajá, pero si te das cuenta, en México existe una reelección de facto: el diputado sale de la Cámara y llega a otro puesto de elección popular. Y la gente que vota "por el partido", vuelve a votar por ellos. Si los "enchinchamos" cuando tienen el cargo 1, y hacemos pública su mala labor, y lo difundimos, y lo señalamos, difícilmente alguien votará por ellos para llegar al cargo 2.

Sobre la otra parte del comentario de Xerófilo, sin duda ha habido muchos diputados más dignos de reconocerse. Rosario Ibarra es muy conocida y mediática, pero hay más. Por las cámaras han pasado un José Ángel Conchello o un Heberto Castillo, y de la corriente de Heberto hoy tenemos a un Raymundo Cárdenas, cuyo trabajo empecé a conocer hace más de 10 años y que de las personas más congruentes que conozco. Y mi diputada, Maricela Contreras, una mujer que viene de una base activista en pro de los derechos de la mujer y que recientemente ha trabajado en favor de las familias de los migrantes en el DF. Sólo por poner algunos ejemplos.

Lamentablemente a veces no podemos mencionar más nombres porque no nos hemos molestado en conocer a los diputados.
Por cierto, sólo dos personas me han dicho quién es el suyo.

bandala dijo...

Nos falta aún mucho para desarrollar una cultura democrática, como ciudadanos comprometidos. Si nos emocionamos con el triunfo de Obama diciendo "Ay, qué padre. Allá si se puede"... creo que deberíamos comenzar a darnos color de que los cambios ocurren cuando la gente se toma en serio sus responsabilidades y derechos. Gracias Chila, me has hecho reflexionar.
Y sobre la diputada xalapeña y su programa de caridad, me parece que me tocó ver ambos la última vez que fui a la ciudad de Amiguiz. Me dejó con los pelos de punta.
Saludines.

Xerófilo dijo...

Hola:
Suponía que no íbamos a estar de acuerdo en eso del votar por partido o por persona.
Me gustaría que nuestra cultura política (como individuos) fuese como tu la sugieres, para poder cambiar el accionar político de los partidos, pero desgraciadamente no es así.
Hay ocasiones en que no queda sino votar por el "malo conocido", ya que el "bueno por conocer" pertenece a un partido cuya línea general no le es a uno satisfactoria.

Yo la verdad no sabía quién era mi diputado. Ayer indagué, pero me distrajo otra cosa. BCS tiene tres diputados en la Cámara. Los dos de mayoría son del PRD y el de representación proporcional es del "Verde".

Los tres fueron del PRI. En mi percepción eso me dice que, luego de 12 años de haberle quitado la mayoría al PRI, en realidad la conserva.

Hazme el favor. Nomás me puse bien triste y con coraje.

Pero en realidad la molestia es por la falta de personas jóvenes que participen en la "política formal", y que sepan ser congruentes con su forma de pensar. Ningún partido procura formar cuadros, nomás se reciclan.

Pero te prometo pensar más en tu propuesta.

Saludos

RRS

Chilangelina dijo...

Has llegado al punto que nos interesa, Xerófilo.
Es bien honesto reconocer que uno no sabe quién es su diputado. Yo supongo que en las últimas elecciones fuiste a votar, ¿no? Los que lo hicimos, sólo por esa razón tendríamos que saber quién es nuestro diputado.
Imaginemos que fuéramos a votar por el presidente, o por gobernador, y no supiéramos quién es el que ganó. Aunque no gane aquel por el que votaste, se supone que debimos conocer la oferta electoral de los candidatos previamente para emitir un juicio, y por tanto, saber aunque sea el nombre de la persona que ganó (haya sido nuestro gallo o no).

Honestamente, no lo hacemos. Por eso me molesta la campaña esa: porque anular el voto como manera de decidir es una hipocresía si antes no nos tomamos la molestia de decidir de manera informada. Me parece una simple justificación para seguir en la hueva política.

En otros países la gente está muy acostumbrada al contacto con su representante, a llamarle cada vez que se va a votar algo, sobre todo en el caso de los legisladores locales. Por poner un ejemplo, en la ciudad de Los Ángeles a los concejales (los representantes legislativos de la ciudad) y al alcalde no los postula un partido político, se postulan ellos solos. Si quieren la reelección, la única voz que cuenta es la de los representados.

No hay democracia perfecta, pero la nuestra no es mala en su esencia; el asunto es que no queremos ser partícipes de ella.

Saludos, Rodolfo.

Cazador de Tatuajes dijo...

Mis dos centavos: http://instantesdistantes.blogspot.com/2009/03/tachar-o-no-tachar.html

Lilián dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Chilangelina, sobre todo en la parte donde dices que estamos malgastando los derechos que tanto trabajo nos costó conquistar. Es como un escuincle que ha berrincheado durante 4.6 horas por una paleta y cuando se la dan, la tira al piso enojado.

Al Chamuco llegó una carta de un lector que fomenta el voto por el PAM (Partido Abstencionista Mexicano), porque es el único que ha ganado siempre en todas las elecciones. Yo digo que el PAM no será corrupto, pero es un huevón. Y eso no se vale.

Votemos aunque sea nomás por chingarlos, carajo, pero votemos.

Itzaminsky dijo...

Todo lo dicho en estos comments esta aca. mejor me abstengo de comentar algo mas...

Concharrita dijo...

Yo haré dos confesiones y una reflexión: No sé quien es mi diputado y me apena, otra, tras las fregaderas del PRD había contemplado anular mi voto, es decir, mi voto era ese, rechazar a todos los partidos políticos. Lo pensé antes de la campaña ésta, que incluso están impulsando intelectuales como Sánchez Susarrey en los medios.

Pero luego de leer los comentarios y las reflexiones de Chilangelina, ni maiz, no le regalo mi voto a nadie. Asumiré mi responsabilidad, iré a votar, veré quien gana y lo vigilaré como el representante que es.

Esperemos que así, mañana, otro gallo nos esté cantando.

Saludos y besos

Pequeña Capitali$ta dijo...

En algún punto llegaremos a las iniciativas ciudadanas, tardará pero sí.

Me recordaste que tengo q ir a la delegación a quejarme amargamente de q los edificios históricos de San Ángel, San Jacinto y Tizapán (mi barrio) están hechos una mugre. Si no de menos les voy a subir un video-balcón

Miss B. dijo...

Se lo dije a Tatto Hunter en un comentario y te lo digo a ti en éste; tengo 26 años y una credencial de elector que ha sido utilizada para todo menos para lo que fue hecha originalmente.

No sé quién es mi diputado ni me interesa su trabajo. Mala postura siendo profesora de primaria si lo quieres ver de esa manera, pero la política de mi país es lo último que me intresa.

Kyuuketsuki dijo...

Mi diputado se llama (porque todavía tengo credencial de puebla y voto alla aunque tenga años de no vivir ahi) Alberto Amador Leal; rancio priista y diputado por cuarta ocasion (!); llegó haciendo un bonito fraude contra la candidata del PRD. Ocurre en mi caso que la candidata es familiar mía, específicamente mi tía; entonces ¿que puedo hacer si llamo para exigir algo a la oficina de semejante personaje? ¿Crees que me haría un mínimo de caso?

Creo que el voto anulado ha sido o subestimado, o idealizado; deberías leer Ensayo sobre la Lucidez, de Saramago, como alguien mencionó anteriormente. Quizá muy romántico, pero no dudo que tiene muchos atisbos de realidad. Como decía en la envoltura: "Atención: el presente libro tiene el grosero empeño de parecerse a la realidad"

Antonio dijo...

Que buena entrada. Comparto tu opinión.

Un Abrazo.