jueves, julio 29, 2010

Recado cuarenta


Recuerdo la escena como si fuera ayer: yo tendría unos nueve años y estaba en la recámara de mi abuela. Platicábamos de su mamá, de sus hijas -una de ellas mi mamá-, de mis hipotéticos hijos, del futuro. De pronto dijo: "Cuando cumplas cuarenta años va a ser el año 2010. ¿Te imaginas?".

No, la verdad es que nunca me lo imaginé. 2010 era un año tan lejano como la posibilidad de cumplir cuarenta años: eso es algo que sólo pasa en la imaginación de señores muy creativos que escriben cosas del futuro. Pero el futuro me alcanzó y mira nada más: aquí estoy, dejando la treintena atrás y haciendo mi flamante arribo al cuarto piso.

No podría hacerlo en mejor momento. Cuando empezó el 2010 me dio un conato de angustia: chale, ahora sí se me acabó el veinte y nadie me salva: se me acabaron los años de comprar mi ropa en el departamento de juniors y de poner emoticons cuando chateo, me dije; ahora me tendré que resignar porque en cualquier momento todos me empiezan a decir "señora", ay por dios.

Pero la verdad es que no es cierto. En estos meses he descubierto que quienes sufren por tener la edad que tienen, quienes se obsesionan con verse más jóvenes, con ocultar sus años, con evitar las marcas del paso del tiempo, son quienes no están orgullosos de lo que han hecho con él. A mí cada año vivido me ha costado un chingo, y estoy muy orgullosa de lo que he logrado en ellos. Hoy cumplo cuarenta años tan bien vividos, que neto parece que fueran más; pero tan bien llevados, que estoy segura de que en mi espíritu pesan como si fueran menos.

Hoy estoy agradecida por haber vivido hasta aquí, y segura de que los próximos cuarenta -que sí los viviré, no lo duden ni un momento- serán encabronadamente divertidos. Y como lo único que tengo es gratitud, se me ocurrió que en este día lo mejor que puedo hacer es compartir con ustedes lo que he aprendido en mis primeros cuarenta años de vida. No son consejos, ni reglas para vivir bien, ni nada por el estilo; es simplemente un sumario de mi aprendizaje jugando el juego de vivir, en el que hasta ahora me han salido puras cartas buenas. Que la buena mano del que reparte no se acabe nunca, es lo único que pido yo.

A continuación, mis cuarenta lecciones:

1- Muchas familias ven llegar a alguno de sus integrantes justo cuando otro se acaba de ir. No esperes a que te ocurra para reconocer el maravilloso ciclo de la vida, lo perenne de la energía de aquellos que se van.

2- Guarda fotografías de tu infancia. Míralas con atención y analiza tu rostro y tus expresiones con el paso de los años. Aprenderás mucho sobre ti.

3- De preferencia no mientas, pero si lo haces, busca que tu mentira no lastime a los demás. Si tu mentira lastima, no vale la pena mentir.

4- Leer y escribir son los dos hábitos que te harán invencible.

5- Si tu pastel de cumpleaños es del mismo tamaño que tú, es tiempo de dejar de añadirle un piso por año.

6- Enseña a tus hijos a amar a su escuela y a estar agradecidos por lo que aprenden cada día.

7- Nunca uses los dientes para abrir bolsas o botellas, ni muerdas objetos cuando estés nervioso. Un diente es valioso e irremplazable.

8- Compra un diccionario y léelo por gusto, no sólo cuando lo necesites.

9- Por lo menos una vez en la vida juega con la nieve.

10- Si eres mujer, al menos una vez ponte un vestido hermoso, largo, vaporoso, que te haga sentir como princesa.

11- Aprende a tocar un instrumento y canta con ganas, con voz muy fuerte y sin pena.

12- Nunca comas chocolate cuando lleves una prenda blanca.

13- No digas “o sea”; sustitúyelo por “es decir”.

14- No ignores lo que sueñas; esa es la única herramienta que tiene tu subconsciente para comunicarse contigo.

15- Si no planeas tener hijos aún, siempre usa un método anticonceptivo cuando vayas a coger; la paternidad no es algo que se pueda dejar a la suerte. Y usa condón; aunque no lo creas, sí se siente lo mismo.

16- Cuando tengas un hijo descubrirás en dónde estaba guardado el motor que te hacía falta.

17- Por muy antiimperialista que seas, trata de aprender inglés. Es de gran ayuda en la vida y algunas de las canciones más bellas están escritas en ese idioma.

18- Disfruta el hecho de ser adulto. Quienes aseguran que quisieran volver a la infancia demeritan el poder del libre albedrío.

19- Evita el maquillaje excesivo y los zapatos con tacones altos. Los huesos y la piel constituyen la estructura que sostiene a tu cuerpo. Ninguna moda es tan relevante para sacrificar algo tan valioso.

20- Cada mañana, cuando te vistas, ponte ropa interior y calcetines pensando en la posibilidad de que ese día termines en un hospital y un enfermero del sexo opuesto te ayude a desvestirte.

21- Haz algo extraordinario durante tu juventud, algo que ponga a prueba tu temple, tu fortaleza de carácter y espíritu, aunque termines el día exhausto. Durante los siguientes años eso te dará autoridad moral para sermonear a los que te rodean.

22- Nunca es tarde para estudiar si eso es lo que deseas hacer. En serio; nunca.

23- La universidad pública es el mayor tesoro que tiene el Estado mexicano.

24- Durante tus veintes come todo lo que quieras. Ya llegarán los treintas y te tendrás que poner a dieta.

25- Pisar la arena descalzo durante unos minutos equivale a dos horas de masaje shiatsu.

26- Nunca hagas algo de lo que no estés realmente convencido. Incluso si estás parado en una iglesia llena de gente, con alguien esperando junto al altar, tú puedes decir “no”.

27- No digas “no me gusta la política, no me interesa”. Asume la responsabilidad de ser ciudadano, de formar parte de una familia, de ser parte de una institución. Todas las relaciones humanas son relaciones políticas porque conllevan una relación de poder; si no te interesa la política estás despreciando una parte esencial del ser humano.

28- Deja de buscar el verdadero amor, el eterno, el que siempre durará. Es más, deja de buscar. Sólo mantén una ventana abierta, porque en cualquier momento se asoma.

29- Aunque dejes de tener la necesidad de hacerlo, sigue utilizando el transporte público de tu ciudad. Es la única manera de seguir conectado con la vida real.

30- Cuando cumplas treinta años empieza a hacer ejercicio de manera regular y cuida lo que comes. Cuando cumplas treinta y cinco entenderás por qué.

31- Si compras un auto, procura que sea de cuatro cilindros. No compres un auto más grande que tus necesidades reales. Si no usáramos tanto combustible las empresas petroleras no excavarían pozos más grandes y profundos a mayor velocidad. Nuestras decisiones al momento de comprar determinan la magnitud de los desastres ecológicos.

32- Escucha a las otras personas. Las historias más bonitas que escucharás en la vida no vendrán de un político ni de un artista famoso, sino de la gente que pasa junto a ti. No le des más importancia al que tiene dinero o poder que al que sobrevive entre el esfuerzo y la injusticia.

33- No temas a los cambios de casa, de ciudad o de país. Los lazos verdaderos se fortalecen con el tiempo y la distancia; lo que verdaderamente importa siempre va contigo.

34- Aprende a aceptar a la gente como es. Cuesta trabajo, pero una vez que lo haces los demás se sentirán cómodos y felices contigo. Es como hacer una inversión que siempre te dará dividendos.

35- Nunca se está preparado para la muerte de un ser querido.

36- Date la oportunidad de equivocarte, pero una vez que reconozcas el error, no lo vuelvas a cometer.

37- Cuando encuentres al amor de tu vida –y el amor de tu vida es aquél que te corresponde, no lo olvides-, aférrate a él. Somos seres humanos libres e independientes y estos son tiempos de conservar nuestra individualidad; pero el amor verdadero es cada vez más escaso y uno no se puede dar el lujo de dejarlo ir.

38- Tu cuerpo es la carrocería con la que andas por la vida y todo el tiempo te está llamando. Escúchalo.

39- No hay coincidencias. Todo ocurre por alguna razón aunque no la entiendas. Todo.

40- Cuando llegues a la que puede ser la mitad de tu vida, retrocede unos cuantos pasos. Entonces sonríe, respira hondo, corre fuerte y lánzate con toda tu alma a la segunda mitad, porque seguramente te la vas a pasar pocamadre.



Hoy cumplo cuarenta años.


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¿Más chisme?