miércoles, enero 31, 2007

Recado del jumento

Este recado iba a subir el lunes pasado, cuando el jumento que es Vicente Fox hizo su rebuzno sobre Mario Vargas Llosa, "el Premio Nobel colombiano", y yo tuve que estar ahí porque trabajo para un periódico y a chutarse los rebuznos. Ese día llegué muy tarde a mi casa, y luego al día siguiente estaba muy ocupada, y luego hoy ya pasó la euforia del rebuzno y ya como que me daba flojerita hablar de lo mismo. Pero nomás por no dejar, y porque me encontré esta foto en la que el chente se ve con la misma cara que él le provoca al resto del mundo, ahí va.

(el libro que se ve ahí es uno que usa para nivelar una mesita que tiene y que cojea un poco)

En síntesis: No se aguantó ni dos meses y cuando el mundo creía que el tipo ya había dicho todo lo que tenía que decir, que ya había escandalizado todo lo que tenía que escandalizar, y que ya había dado todo el material suficiente a analistas y moneros, regresó a escena en el Music Center de Los Ángeles con un discurso de una hora y una sesión de preguntas y respuestas de treinta minutos de los cuales salió la joya esa: "Mario Vargas Llosa, el Premio Nobel colombiano".

En la primera parte de la ponencia, Fox decidió que él quería ser como Benito Juárez y se dedicó a contar su infancia de niñito del campo que tiraba con resortera (como los polis de Tijuana), y jugaba con otros niñitos del campo, y nada más le faltó decirnos que tocaba la flauta entre sus borreguitos. Claro, el sueño juarense se acabó cuando él pudo ir a la universidad y los otros niños campesinos deadeveras no.

-"Ahí aprendí sobre la iniquidad", dijo el ex presichente.
-"Pues aprendiste bien, porque fuiste bueno para reproducirla por todo el país, jumento", pensé yo.
Luego vino la segunda parte, que fue la vendetta del jumento por lo que le hicieron los diputados cuando “entregó y se fue” su informe de gobierno sin poderlo leer. Aquí lo leyó, cifras y cifras alegres con caras sonrientes: 98% de los mexicanos tienen un televisor, dijo; 91% agua potable; 85% drenaje y 75% una lavadora de ropa. "Y cuando digo una lavadora, no me refiero a una de dos pies". Sí, dijo el mismo chiste de macho misógino, pero ahora en inglés. Se oyó igual de mal, nomás me imaginé a la lavadora de dos patas con peluca rubia.
Siguieron los datos del informe tardío. Luego, en algun momento, se colaron dos tipos de la banda de 200 personas que le estaba protestando afuera del lugar por Oaxaca, por Atenco, por Sicartsa, por Pasta de Conchos. Sacaron una manta que decía "Fox traidor y asesino, Oaxaca y Atenco no se olvidan", y luego los sacaron los guardias de seguridad. Al rato se paró otro a gritarle con toda su alma: "demagogo". A este no lo sacaron, nomás lo callaron.
En algun punto de su perorata el chente debe haber sentido la mirada maldita de su esposa que le decía "pélame-o-verás-cuando-lleguemos-a-la-casa". Entonces él se refirió a ella como "la persona que me da fuerza" (mta, pus con razón, pensé), prácticamente la obligó a ponerse de pie, aunque no le tuvo que rogar tanto, para recibir aplausos incomprensibles y sin razón.
Y ya encarrerado, la soltó: él y Marta preparan un libro que publicarán pronto y en ambos idiomas. "¡No, please!", gritó a todo pulmón un espontáneo desesperado entre la audiencia, que nos leyó la mente a varios.
Le hicieron preguntas, ya se imaginan las respuestas. Una de las preguntas versaba sobre la espiral de violencia en la que dejó sumido al país. Su respuesta fue: "Yo me siento muy tranquilo conmigo mismo".
La próxima vez que el tipo quiera cobrar 50 mil dólares, propongo que hagamos una vaquita para juntar esa lana, pero para que no hable. Please.

domingo, enero 28, 2007

Recado de atenta invitación…

…para que visiten mi blog de fotos, La Galería, al que casi nadie va. Oigan, pero si está bien requetebonito…

sábado, enero 27, 2007

Recado de desahogo

Como reportera que cubre temas varios relacionados con México, se supone que debo ser lo más imparcial posible, aun cuando no sepa si morir de risa o suicidarme en llanto cuando veo que se revuelca el prestigio nacional de esta manera:

Pero pasan los meses y no puedo controlarlo y me sigue pasando y ya no puedo más: cada vez que oigo la frase "el presidente Calderón", se me revuelve el estómago. Definitivamente:

martes, enero 23, 2007

Recado que dice: “¡A güevo!”

El Oscar se viste de charro
Porque algunos ni se imaginan lo requetebonito que se siente cuando se le alebresta a uno ese gen del orgullo mexicano que traemos los que andamos lejos, el Rincón del Recado celebra las DIECISÉIS nominaciones al Oscar para la banda mexicana.
Y lo celebra de primera mano, porque esta Chilangelina que vive en Hollywood, que trabaja en un periódico y que es bien condenadamente suertuda, estuvo en la ceremonia en la que se anunció a los nominados. A’i nomás.

La cosa era llegar al teatro Samuel Goldwyn, en la sede de la Academia, por ahí de las 4:30 de la mañana. A las 5:00 se abrieron las puertas del teatro y el inicio de la ceremonia estaba calculado exactamente a las 5:38. Se supone que arman el numerito así de temprano para que el anuncio pueda verse a una hora conveniente (para los demás, obviamente, no para uno que tiene que desmañanarse) en la costa este de Estados Unidos y en Europa. Así que a las 3:30 me estaba maquillando los ojos, pensando que en mi vida normal es más común que a esa hora apenas me los esté desmaquillando.
Salí como avión por las calles vacías de Los Ángeles con un frío de la fregada, desde Hollywood hasta Beverly Hills, donde está la AMPAS (Academy of Motion Picture Arts and Science). Me dieron un mapita diciendo dónde me tenía que estacionar, a dos cuadras y media de la Academia.


No está lejos, pero me topé con un par de reporteros de espectáculos cuya charla hizo que el camino se me hiciera eterno.

Llegando al lugar te piden el gafete todopoderoso que abre las puertas del mismísimo cielo y que es este:


Y luego pasas a un lobby a esperar. A esperar mientras un montón de reporteros con los que no tienes nada en común fingen estar interesadísimos en lo que les dice el otro, mientras con la mirada buscan-a-vigilan-a-viborean-a-secuidan-de los otros reporteros. Particularmente interesante es ver a los que salen a cuadro, tan maquillados y peinados a esa hora. Las mujeres se saludan de beso en el aire, por supuesto ninguna me saludó a mí porque yo no conocía a nadie, y ninguna me volteó a ver. Los hombres están ocupados revisando notas no sé de qué, y esos tampoco me voltearon a ver, excepto algunos que son gays y que le dieron una barrida a mi atuendo de botas-falda-sueterdecuellodetortuga-abrigolargoparaelfrío-lentes-peloconalmohadazo.

Las puertas de la Academia abrieron a las 3:30 de la mañana y a esa hora pretendían que uno se comiera unos huevos con jamón con cara de sabrosos, bagels, pan, muffins, fruta variadita, juguito de naranja y todo lo que un buen desayuno precisa, pero ¡por favor!, ¿a las tres de la mañana?

Para uno que es chilango y que además es de buen diente, si se come a esa hora es porque acaba uno de terminar de beber y anda buscando unos taquitos al pastor. Así que tomé un café, observé a la fauna, dieron las 5:00 y entré al teatro.

Me senté hasta adelante, en la tercera fila y justo en medio. Yo estaba emocionada, la neta, pero junto a mí había una fotógrafa rubia rubia, gorda gorda, amargada amargada que al parecer lleva 187 años cubriendo los Oscar y a la que ya no le hace gracia nada.
Afortunadamente al rato se sentó a mi otro lado una reportera japonesa que era un homenaje al cliché de que los japoneses le andan tomando fotos a todo, hasta me tomó una a mí porque resulta que yo soy de México y ella de Japón, y Babel tuvo dos actrices de reparto nominadas, una de cada país. Bien internacional y democrático el asunto, pues.

Total que empezó el numerito. Salió Salma, que en las fotos no se ve ni lejanamente tan bonita como se veía ahí, a las cinco de la mañana, permítanme insistir. Y que le toca anunciar a Penélope Cruz como nominada a mejor actriz. Y algunos de ustedes ya habrán visto la escena: en cuanto dijo el nombre, soltó un "¡Yes!" poco refinado, pero bien auténtico. Para mí, el equivalente político de: "¡A güevo!".

A la Salmita, la euforia se le fue haciendo nudo en la garganta y lágrimas de emoción mientras los nombres iban cayendo: Alejandro González Iñárritu como mejor director; Babel como mejor película; Guillermo del Toro y Guillermo Arriaga por mejor guión original; Alfonso Cuarón por mejor guión adaptado; el Chivo Lubezki por mejor fotografía…
En la sala se oía el rumorcito de los pocos latinos que habíamos ahí. Cruzábamos miradas apretando los labios, concienzudamente respetando la transmisión en vivo para cientos de países. El gesto de la Salma se nos repetía en cada cara; ya se que suena supercursi, pero pues así fue.

Al terminar la presentación, que fue cortísima comparada con la larga antesala, a Salma se le salía lo jarocho de lo contenta que estaba. El total son 16 nominaciones, ocho mexicanos, hecho inédito.
"Cuando yo estuve nominada también fue así, pero nadie nos hizo caso", me dijo, recordando la edición de los Oscar celebrada en 2003, en la que ella fue nominada como mejor actriz de 2002 por su película Frida. "Éramos 11 nominados: estaba Alfonso nominado, estaba Pedro, entre los latinos éramos muchos y nadie dijo nada. Yo hablaba a las revistas y les decía: ‘¿Ya se dieron cuenta de todos los latinos que somos?’, pero nadie nos hizo caso. Pero así vamos agarrando espacio; pasó eso entonces y a lo mejor se hicieron de la vista gorda, pero ya no pueden".

Pues claro que ya no pueden; a güevo que no.

Mucha, mucha suerte para nuestros mexicanos que han tenido que salir de su país para desarrollar su talento, para trabajar en lo que les gusta y para poder vivir de ello.

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Hace casi tres años, cuando Diego y yo recién llegamos a este país, trabajamos en un documental sobre mexicanos en Hollywood. En ese entonces platicamos con Iñárritu y con Del Toro, y me ha resultado muy interesante leer lo que escribí en ese entonces.
Si les late, échenle un ojo.

Las notas de la ceremonia que publiqué en La Opinión están aquí y
aquí.

Recado desde el frente II

Mujeres invisibles

Aquí va una versión resumida de la segunda parte del reportaje de mujeres en el ejército de Estados Unidos. El artículo completo se encuentra aquí, y la primera parte aquí.

Bajo el sol ardiente del desierto en Irak, un convoy recorre los caminos rodeados de minas y explosivos colocados al azar. Al frente, un camión que forma parte de la escolta se encarga de despejar el camino para evitar un posible ataque. Y al volante de ese camión va sentada una mujer.
En Irak han muerto 70 mujeres, el 2.1% de todas las bajas; sin embargo, uno de cada siete miembros de la tropa destacada en Irak es una mujer.


"Oficialmente las mujeres no están en roles de combate, pero las mujeres soldados sí se encuentran en zonas de combate", dice Kelly Dougherty, veterana de la guerra de Irak y quien hoy es directora ejecutiva de Veteranos de Irak en Contra de la Guerra (IVAW), organización de la cual es cofundadora.
"En Irak hay más muertes entre los hombres porque como mujer no vas en las mismas unidades que ellos, pero igual que ellos estamos en riesgo cada día, patrullando, operando los retenes, haciendo muchas de las mismas actividades que la gente que está siendo herida en Irak", añade. "Las mujeres que se encuentran en las bases militares están solas y son atacadas sexualmente. Y una mujer manejando está en riesgo por las bombas a las orillas del camino".
Kelly es una de esas mujeres cuya labor fue conducir un camión. Fue destacada en Irak a pesar de estar en contra de esa guerra. "Yo pensaba que era un error; decía: ‘Yo soy un médico, no una policía militar’ y traté de explicarles. Hablé con sargentos que respondieron que en ese punto no importaba, que ellos necesitaban gente. La única manera de salir de eso era escapar o embarazarse", relata.
Otra alternativa era simplemente rehusarse e ir a prisión, lo cual implicaba perder sus prestaciones, tener una baja deshonrosa y además asumir la deuda por el costo de sus estudios. "Sentí que no tenía opciones", afirma. En aquel momento tenía 24 años.



Kelly Dougherty
"Nos dedicábamos exclusivamente a escoltar convoys de camiones militares y corporativos siete días a la semana. Muchas veces llevábamos docenas de camiones vacíos. Asumíamos que tal vez iban a recoger algo, pero regresaban vacíos también, porque las corporaciones ganan dinero por la cantidad de camiones que tienen en el camino, como es el caso de Halliburton Armor", señala. "Nuestra vida corría riesgo; podíamos ser atacados en cualquier momento, había bombas a la orilla del camino, y no había una razón real para correr ese riesgo. Me di cuenta de que ahí no había misión".
"La gente se siente poco cómoda cuando una mujer tiene un cargo", explica. "Yo estuve como sargento, que es el tercer cargo dentro del liderazgo, y tuve hombres diciendo abiertamente que ellos no sentían respeto por una mujer, que ése no es nuestro lugar. Es difícil reaccionar a eso cuando no hay quien te apoye, sientes que no quieres causar problemas porque si te quejas la respuesta es: ‘Why are you such a bitch? ¿Por qué no mejor te sales?’"
A pesar de todo, la veterana considera que lo que viven las mujeres de las Fuerzas Armadas no es nada comparado con lo que están viviendo las mujeres en Irak.
"Cuando patrullaba veía a las mujeres trabajando en los campos y me preguntaba cómo serían sus vidas, especialmente desde la ocupación. Porque tienen que criar a sus hijos, cuidar la casa, y hacer eso en tiempos de guerra, sin electricidad, sin cuidar de su salud. Son mujeres que se sienten invisibles. En Irak, se libra una guerra de hombres peleando contra hombres. Todas las mujeres, del bando que sean, son invisibles".
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Hay más información de Veteranos de Irak en Contra de la Guerra aquí
Ir al artículo completo
Ir a la primera parte

lunes, enero 22, 2007

Recado desde el frente I

Ser soldado y ser mujer

Este lunes aparece en La Opinión la primera de dos partes de un reportaje con testimonios de mujeres que han formado parte de la vida militar.
Desde que inició la invasión de Estados Unidos a Irak, han muerto más de 3 mil soldados y casi 25 mil han regresado heridos. A partir del primer día, por todo el país surgieron organizaciones activistas alertando sobre lo absurdo de esta guerra sin razón y sobre las muertes de inocentes iraquíes, a la fecha casi 700 mil.

Sin embargo siempre que se habla de soldados, se habla de los hombres. Poco se conoce de lo que están viviendo las mujeres al interior de la institución militar en Estados Unidos, y con este trabajo pretendo hacer un acercamiento a ellas.
A continuación copio algunos párrafos ; el artículo completo está aquí.
Las fotos son del Arlington West Memorial, el homenaje que cada domingo rinde la organización Veterans for Peace en la playa de Santa Mónica a los soldados caídos. Estas en particular las tomé el 1 de enero de 2007.


Hace apenas unos meses Maricela decidió hablar. Y ahora lo hace para compensar los ocho años que estuvo en silencio, para denunciar que lo que le pasó a ella no debe ocurrir a ninguna mujer, y para decir que en las Fuerzas Armadas, aunque no se sepa, ocurren estas cosas: Maricela fue víctima de un ataque sexual cuando formaba parte de la Armada.
Según información de la Administración de Veteranos (VA), existen más de 350 mil mujeres en las Fuerzas Armadas estadounidenses, de las cuales 216 mil se encuentran en servicio activo. En el caso de la guerra de Irak, uno de cada siete elementos de la tropa es una mujer.
A pesar de ello, no se sabe mucho sobre las condiciones para las mujeres en las Fuerzas Armadas. No sólo de las labores que desempeñan ahí, de las razones por las que ingresan o de las desventajas que aún enfrentan, a pesar de todos los discursos y las iniciativas de ley, por ser mujeres en un mundo construido por y para hombres. Es también poco, o casi nada, lo que se habla de las agresiones psicológicas a las que se ven sometidas, del acoso y el abuso sexual por parte de los propios compañeros, de las humillaciones y de las secuelas que las marcan de por vida.
Es el caso de Maricela. Habiendo crecido en el sur de Los Ángeles, la joven se enroló en la Armada en 1998 para poder financiar sus estudios. "Yo venía de una comunidad en la que hay mucha violencia y uno piensa que ésta es la única manera de salir adelante". Maricela fue enviada a un campo de entrenamiento básico en Illinois, y fue ahí, durante sus primeras semanas en la institución, que ocurrió: mientras realizaba una guardia nocturna, un hombre la sometió por detrás.
"Ni siquiera tuve el valor para voltear a verle la cara, pero sé que era un superior porque traía uniforme y nosotros no. Todo el tiempo sentí sobre mi espalda el roce de los galones en su pecho", recuerda.

"En las Fuerzas Armadas nosotras somos una minoría", dice por su parte April Fitzimmons, quien durante cuatro años fue analista de inteligencia en la Fuerza Aérea. April era la mayor de seis hermanos de una familia en Montana. "No había otra opción para mí para recibir educación, así que me enlisté a los 17 años. Si hubiera sabido todas las opciones que conozco ahora, nunca lo hubiera hecho", asegura.
De acuerdo con una encuesta realizada entre más de tres mil veteranas por la Universidad de California en Santa Bárbara, una de cada cuatro mujeres que ha servido en las Fuerzas Armadas afirma haber sido víctima de ataque sexual, aunque otros estudios llegan a arrojar cifras cercanas al 40% y 50% de las mujeres que han estado en servicio activo.
"Mira cómo te entrenan, las palabras que usan: Don’t be a pussy, don’t be a bitch", dice Maricela, quien ahora estudia psicología y desea dedicarse al tratamiento de mujeres para la VA. "Ellos usan términos degradantes para las mujeres en las Fuerzas Armadas".
"Creo que la parte más difícil es que convives con mujeres y hombres con los que entrenas cada día, y crees que estás a salvo", comenta April. "Pero no es así; cuando no eres atacado por el enemigo, te ataca uno de tus compañeros, la gente en
la que se supone que confías. Es una total violación a la confianza".

Ir al artículo completo

domingo, enero 14, 2007

Recado por encargo

¿Qué libro estás leyendo?

Desde hace algunas semanas rola por algunos blogs una iniciativa interesante: el autor recibe la invitación para
1- tomar un libro, ya sea uno que esté leyendo o el que esté a la mano,
2- ir a la página 123,
3- llegar a la quinta oración, copiar las siguientes tres y ponerlas en un post con los datos del libro.
4- Para hacer la cosa más bonita, se invita a otros tres blogueros a hacer lo mismo, y así en cadenita.
Había visto pasar la cadenita pero hoy me llegó a mí, así que atendiendo a la invitación de Blas –quien atendió a la invitación de Paloma, quien a su vez atendió a la invitación de Sirako, y pa’trás-, ahí les voy:

"o sea,
no puede menos que estar a la altura de las circunstancias, convencido que todos los humanos cuentan por lo menos con un trío de máscaras pa hacerle frente a la vida aun cuando él conozca tipos que cargan con todo un muestrario de disfraces y se cambian los ojos y la boca y los cachetes, se perfuman con lociones varias, se esconden en palabras que giran en sentido diverso a lo que en realidad se busca, aparecen de una manera en un lado y de otra en aquel y una diferente en este
…"
-La Mara, de Rafael Ramírez Heredia, editorial Alfaguara, 2004.

Ahora, va la estafeta para: Jazmín, ChicaFresa y El Yorsh.

martes, enero 09, 2007

Recado de reaparición…

…porque los 10 días que van del año no me he sentido “posteadora”, creo que el 2006 fue tan intenso que me dejó totalmente agotada. Ya vendrán meses con largos rollos salidos de mi pluma, espero.
Pero como me da pena seguir viendo este blog con el post del 1 de enero, reaparezco con una imagen que cada mañana o tarde, según sea el caso, me hace el día completo.

Me encanta que cada vez que voy al periódico, tengo que pasar por la calle con el mejor nombre para una calle por la que uno tenga que pasar diario.

lunes, enero 01, 2007

Recado Feliz

¡¡Feliz 2007!!

Desde la hermosa California
(primer atardecer del año SIN photoshop)