Okei, debo confesarlo: el anterior recado bipolar era espurio.
Debí, desde un principio, hacer alusión al oso bipolar de Kabeza antes de usar el término “bipolar” en mi recado anterior.
Vino Kabeza, vio que no hablé de su oso y ahora me siento terrible. Por tanto, me he pirateado uno de mis osos bipolares favoritos y de aquí en adelante, si usted desea que algo sea bipolar, y sea legítimo, primero convérselo con el monero padre de todos los bipolares.
He dicho.
Vino Kabeza, vio que no hablé de su oso y ahora me siento terrible. Por tanto, me he pirateado uno de mis osos bipolares favoritos y de aquí en adelante, si usted desea que algo sea bipolar, y sea legítimo, primero convérselo con el monero padre de todos los bipolares.
He dicho.
Anden, pues; vayan al blog de Kabeza
2 comentarios:
Jajaja, error resanado.
No te creas, saludos, tienes autorización para ser todo lo bipolar que puedas y/o quieras.
OK: te amo, muere.
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