domingo, octubre 22, 2006

Recado mientamadres

Quienes me conocen saben que suelo mentar madres a diestra y siniestra, pero quienes me leen saben que normalmente me modero cuando la cosa va por escrito. Hice una excepción en el recado que está acá abajo y usé el bonito término "encabronar" porque quedaba que ni pintado para la ocasión. Pero ahora sí, la mentada de madre se queda chiquita.
Resulta que salió la semana pasada la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en México para castigar a los responsables de la violación de los derechos de 207 personas en San Salvador Atenco durante el operativo policiaco del 3 y 4 de mayo pasados.

Arriba, un peligroso detenido. Abajo, un "pefepé" lanza gases lacrimógenos

Fotos: cortesía buenaonda de David de la Paz

La comisión acreditó que en el operativo participó personal militar y que los involucrados realizaron detenciones arbitrarias, retenciones ilegales, torturas, allanamientos de morada, robos, incomunicaciones, tratos crueles, inhumanos y/o degradantes, e irregularidades en la integración de las averiguaciones previas. Además pidió la reparación de daño a las víctimas, incluida la indemnización a los familiares de los muertos.
En el expediente, también se acreditaron los abusos sexuales y "violaciones a la libertad sexual" de "al menos 26 mujeres". Este hecho, denunciado desde los días posteriores al operativo por decenas de mujeres, fue puesto en duda por autoridades y pseudopolíticos, incluido el encabronante de aquí abajo. Pero la recomendación de la comisión es muy clara: "Se presentaron conductas atentatorias contra la libertad sexual de las personas, que deben ser investigadas por el Ministerio Público, pues pueden configurar delitos tan graves como el abuso sexual y la violación", dijo Soberanes cuando presentó el documento. La CNDH obtuvo testimonios de mujeres que fueron forzadas a tener sexo oral y a realizar otras actividades sexuales en contra de su voluntad.
Y ahí es donde apareció la joya: el subprocurador de Justicia del Estado de México, fulano de nombre Sergio Ramón Macedo, tuvo la cara dura para salir a decir que "interpretando sólo la ley", los "tocamientos erótico sexuales" cometidos por los policías contra las mujeres de Atenco son DELITOS NORMALES, y no son considerados DELITOS GRAVES porque no fueron realizados "con la intención de cópula".
Según información publicada en el diario mexicano La Jornada, el certificado médico de una de las mujeres que denunció, realizado por peritos médicos legistas describe: "herida contusión sin suturar región occipital sobre la línea media posterior, equimosis por presión en cara posterior tercio proximal en brazo derecho, lumbar derecho, cuadrantes superiores glándula mamaria derecha, equimosis por sugilación en cuadrante inferior lateral, equimosis por contusión en ambos glúteos, excoriación contusión cuadrante inferior medial del glúteo izquierdo...". Los otros son muy similares, incluido uno que describe marcas de mordidas en los senos.

Foto: pirateada de Mario Guzmán

Uno de los testimonios de estas mujeres dice así en uno de sus apartados: "En el trayecto de San Salvador Atenco al penal de Santiaguito, los policías me desvistieron, me golpearon en todo el cuerpo, tres policías introdujeron sus dedos en mi vagina, así como un objeto extraño. Me dieron la vuelta y mis genitales los pusieron cerca del órgano viril de un policía. Me besaban en los senos y me pegaban en el estómago para que accediera a que me introdujeran la lengua. Después, me colocaron desnuda y con las piernas abiertas en un asiento, periódicamente me golpeaban en los glúteos hasta llegar al penal".
Otro: "En el trayecto -de San Salvador Atenco al penal- los policías me desvistieron, me pasaron sus manos por el cuerpo, me apretaban fuertemente hasta hacerme daño en los pechos y glúteos, a tal grado que al revisarme los médicos dijeron que los tenía morados".
Uno más: "En el camión en que me trasladaban fui vendada de los ojos y los policías abusaron sexualmente de mí. Me metieron los dedos en la vagina, me mordieron los labios y me apretaron los senos".
Hay 26 testimonios similares, descriptivos, que hacen que se enchine la piel y que hierva la sangre; pero resulta que para la corta interpretación de la ley de un subprocurador de justicia, estos DELITOS son NORMALES.
A mí me perdonan, pero cualquier persona con tres centavos de decencia no puede hacer menos que coincidir conmigo: señor subprocurador Macedo, vaya usted a chingar a su madre.

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En mayo pasado publiqué un artículo en dos partes sobre el desalojo en Atenco. Tanto la primera parte como la segunda parte incluyen un link a la declaración completa de la cineasta chilena Valentina Palma, quien también fue víctima de abuso sexual durante su traslado al penal de Santiaguito.

El texto completo de la recomendación de la CNDH esta aquí

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Eileen:
Tienes toda la razón al encabronarte y hacer saber que a veces el lenguaje no alcanza para transmitir el coraje e indignación con esa punta de ojetes y me solidarizo contigo: ¡Que vayan a chingar a su madre ese pinche "servividor" público y esos pinches delincuentes cobardes que se escudan en un uniforme y una placa!

Juan Manuel Cardona

Blas Torillo Photography dijo...

De acuerdo contigo y con Juan Manuel...

Mira... esto de ser hombre en este país o en Latinoamérica en general está plagado de lugares comunes. Pero creo que el machismo existe en todo el mundo, por cualquier pretexto y circunstancia.

Yo mismo, que pretendo no serlo, a veces se me da al interactuar en familia o fuera. Y supongo que mi formación me ha blindado más o menos contra eso.

Pero hay cosas que no se pueden permitir, no sólo contra las mujeres, sino contra los que ocupan un lugar no privilegiado en el mundo.

Entre ellos, los niños, por todo lo que sabemos, de lo sexual a la guerra.

Así que este sujeto, deberá enfrentar no sólo la repulsa nuestra, sino la evaluación moral sobre sus competencias humanas.

El abuso sexual, laboral, bélico, económico, religioso, ético siempre será un asunto de poder, como sustantivo.

Son ganas de demostrar(le)(nos) que ellos son los poderosos (aunque sean simples policías) y que nuestro destino "está en sus manos".

Sin embargo esto que hago es racionalizar... y lo que en realidad se merece(n) este y los demás, es una mentada...

Anónimo dijo...

Chilangelina:

Y te quedaste corta... ¿Así que no tuvieron la intención de copular y por eso son "normales"? Como si no supiéramos que las violaciones son actos de poderío, no de erotismo.
Saludos.

PS: Por cierto, el golpeado de la primera foto es un telefonista de nombre Jorge Salinas Jardón.

Chilangelina dijo...

Juan Manuel, gracias por la solidaridad.
Blas y chicafresa, coincido con ambos: el ejercicio de esta violencia es un simple y llano acto de poder. Tal vez esa es parte del problema, que el abuso de poder en este pais tampoco se considera delito grave.

Chilangelina dijo...
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