Recado misceláneo (tres)

1. De cómo a veces se puede, y a veces pus no se puede.
La nota del año en este estado son los incendios de la semana que termina. Cualquier periodista que lo sea en verdad tenía que haber peleado por estar ahí. Pero yo no. Los incendios provocaron niveles de contaminación en el aire altisísimos, desde Tijuana hasta el norte de Los Ángeles, y hubo lluvia de ceniza en el perímetro de todos los lugares afectados. Y acuérdense: soy asmática.

Olvídense del miedo a las alturas, de los políticos peligrosos, de recorrer el país de un lado a otro o del Estado Mayor Presidencial: eso no es nada; ESTO sí me puede matar, y si no, por lo menos me puede pegar un buen susto. Así que he sufrido como condenada toda la semana, viendo cómo todo el equipo de mi periódico se desplaza y reporta desde el lugar donde esta la acción, y yo como abuela, viéndolo en la tele con mi espraycito en la bolsa, por si acaso.
Pues es que cuando no se puede, no se puede.

2. De cómo Roberto Madrazo, tras su fracaso como maratonista, se ha dedicado a entrenar perros.

3. De cómo el espíritu libertario del blogger es una amenaza para los retrógrados de siempre:

A través del blog de Isaac me enteré de que en Italia se está revisando una ley que, de ser aprobada, obligaría a todos los bloggers a registrar su blog, pagar impuestos por él incluso si no es escrito con fines comerciales, y ser regulados por un organismo de gobierno.
La inciativa fue presentada por un fulano legislador de nombre Ricardo Franco Levi (abucheos del público) y el borrador de la ley fue aprobado por el Consejo de Ministros el 12 de octubre. Lo grave es que al parecer no hay un sólo ministro en desacuerdo con este proyecto de ley.
Atinadamente, Isaac recuerda el caso de China, donde el internet está controlado por gobierno de manera que el acceso a sitios como Blogger, Flickr y Youtube está restringido o completamente bloqueado.
A propósito, me encontré este sitio, por si le quieren dar una vuelta:

Ante la amenaza, ¡blogueros del mundo, uníos!