miércoles, octubre 29, 2008
Recado de mi candidato
domingo, octubre 26, 2008
Recado misceláneo de tiempos “interesantes"
1- “Que vivas tiempos interesantes”, decía una antigua maldición china. A cualquiera que le haya tocado vivir tiempos como estos, “interesantes” por decirlo de una manera, no es necesario explicarle por qué es una maldición: la incertidumbre, la banalidad, la impotencia ante el absurdo.
2- Sé que en México ya empieza a existir una noción de la magnitud de la crisis económica que golpea a Estados Unidos desde hace varios meses. Me sorprendía bastante que cuando se lo contaba a la gente entonces, que las cosas estaban realmente mal acá, que todos los medios de comunicación estaban despidiendo gente, que las empresas estaban cerrando, me escuchaban pero no creían que fuera “tan grave”, a pesar de estarlo escuchando de a) una periodista -buena o maleta o lo que sea, pero periodista; y b) una habitante de uno de los estados más golpeados por la recesión. Lo interesante es que ahora que quien lo dice es Televisa, y Carstens, y los analistas de siempre, entonces sí se la creen y ahora me preguntan cosas todo el tiempo. Jojo. Pero lo chistoso es que cuando les digo que está de la chingada, verdaderamente de la chingada, y que viene un año muy, muy difícil para la gente “común y corriente” de este país, me dicen “ajá” pero siento que otra vez no se lo creen. Será porque en México, acostumbrados como estamos a la crisis permanente, a la línea de bajada suavecita pero continua en vez de la sacudida abrupta, no tenemos idea de lo que significa una recesión. Será tal vez que vivimos en recesión permanente.
3- Ah, pero eso sí: Televisa se nos adelantó y nos comprende perfectamente bien. Díganme ustedes, ¿con cuál de los siguientes personajes se identifican?
¿Ya ven? si están jodidos es porque no le "echan ganas". Orita vengo, voy a avisarle a los de la Reserva Federal gabacha.
Cito a la Yeyé: "Puro güey que vive en Miami y que se esconde de Hacienda".
4- Cuánta tinta ha corrido con respecto a las famosas “doce palabras” que le faltaron a la iniciativa petrolera, ¿verdad? Yo no sé si estoy completamente de acuerdo con el hecho de que el Movimiento en Defensa del Petróleo se haya manifestado el día de la aprobación de la reforma, pero lo que sí sé de cierto es que es bien deshonesto menoscabar el poder que tuvo este movimiento en los ajustes que se hicieron al proyecto de ley. Ni de lejos es la mejor reforma, pero me cae que si no es la chingadera que querían que fuera, es nomás gracias a la banda.
5- Obama adelante, sin duda: en las encuestas, en la intención de voto y en el voto adelantado. 30 estados del país ofrecen esta opción a sus votantes –misma que yo, llena de emoción, ya ejercí; detalles más adelante- y la gente se ha volcado a las casillas. Hasta ahora todo parece favorecer a Barack. Tal vez eso, el ver que la batalla podría estar perdida, ha hecho que los republicanos saquen las uñas con todo: ahora Obama no sólo es negro, inexperto y musulmán, sino que también es ¡comunista! Y come niños y mata curas, les faltó.
Uta. Muero porque ya sea el maldito 5 de noviembre.
6- El próximo recado versará, por supuesto, sobre la elección del 4 de noviembre y algunas reflexiones-chismes-muinas al respecto. Mientras, Barack en español:
domingo, octubre 19, 2008
Recado desde el aire
Pues resulta que tuve que ir a Denver. Al llegar a la sala de abordar puse cara de “soy una persona decidida y de mundo” y con aplomo de hombre de verdad le dije al fulano que recibía los boletos: “Verdaderamente apreciaría que si usted tiene una ventanilla disponible me la pudiera asignar” –en vez de este apestoso asiento de en medio, pensé, pero no le dije.
“Voy a hacer todo lo posible”, respondió con tono de me vale madre tu aplomo, aquí el que manda soy yo. Pero al final sí, me dio mi ventanilla.
La insistencia era por lo siguiente: cuando vuelas de Los Ángeles a Denver, el avión se va derechiiiiito, derechito. Y entonces, pasas por encima del Gran Cañón.
Y entonces, se ve primero así:
Y luego así:
lunes, octubre 13, 2008
Recado de la revista Quién
(Edición de octubre con información recabada durante la visita de nuestros editores a México, septiembre 2008. Derechos Reservados).
ÍNDICE
Conocida banda de blogueros se dio cita en una cantina de extraño nombre toreril para satisfacer su morboso deseo de ver la cara de madreada de cierta visitante llegada de Los Ángeles esa madrugada.
Enrico, anfitrión del numerito; Chilangelina, madreada viajera recién arribada; Kabeza, monero chihuahuense que en vez de "esquites" dice "elote en vaso".
Pág. 9. Divertido fin de semana de chicas lindas en Valle (o sea).
Ni la lluvia incesante ni su poco sentido de orientación, impidió a este divertido grupo lanzarse a Valle (o sea) a pasar un fin de semana. A bordo del vehículo de la Chacheva Limantour, se vio a las hermosas jovenzuelas despertar a su paso los frenéticos deseos de ellos y las miradas de puritita envidia de ellas.
Pág. 14. Pizzaborsas es lo de hoy (inserción pagada)
Conocido profesor de arte convocó a animado grupo para que en pleno lunes se lanzaran a refinarse unas pizzas, quesque las más sabrosas de la Roma. Al recibir la cuenta se despertaron fuertes sospechas de que el “simpático” dueño del lugar paga la renta del convocante con el fin de que este último atraiga víctimas al lugar.
Pág. 32. Inserción pagada.
¿Muebles Troncoso? ¿K-2? Noooooo, los sillones que modela nuestra linda edecán forman parte de una exhibición que se presenta en el Centro Cultural España. Si desea más información, use el Google.
Pág. 35. Fiesta de segundo aniversario de 10:1.
En el que hasta el momento está considerado como el evento del año, blogueros asiduos a 10:1 encontraron el pretexto perfecto para beber, sudar y perder el pudor.
Pág. 43: Inserción pagada.
Pág. 47: Apapacho gourmet
En lo que ha sido una de las tardes más deliciosas que ha pasado el grupo editorial de esta publicación, connotada hacedora de magia en la cocina agasajó a la visitante proveniente de Los Ángeleslandia como si fuera Navidad, y hasta con Rosca de Reyes.
Pág. 54. Alimento para el alma
viernes, octubre 10, 2008
Recado de viernes
Que si la crisis, que si la devaluación. Que si el chapelén, que si Carstens. Que si la reforma energética, que si va a ir o no a México Radiohead. ¡¡Camaaaaaaán, es viernes!! ¡¡Mahna-mahna!!
martes, octubre 07, 2008
Recado de las mil medallas
Porque no una, mil, son las que se merece el maestro Miguel Ángel Granados Chapa.
Mucha tinta ha corrido en estos días hablando de nuestro Granados Chapa, quien hoy recibió la medalla Belisario Domínguez, reconocimiento que da el Senado –a nombre de todos los mexicanos- a aquellos que “representan el valor y la eficacia de la palabra concebida como instrumento de la libertad”.
Si “guglean” su nombre les aparecerán los datos más o menos sabidos: fue subdirector editorial de Excélsior en la era Scherer; fundador de Proceso; jefe de noticieros de Canal 11; director de Radio Educación y de La Jornada, entre otros cargos. Es el autor de la columna Plaza Pública desde hace más de 30 años; ha ganado el premio Manuel Buendía y tres premios nacionales de periodismo, y es uno de los periodistas políticos más respetados del país por su integridad y honestidad.
Sin embargo me permito en espacio compartir mi percepción personal sobre Granados Chapa. La primera vez que lo vi me sorprendió que fuera tan bajito. Era 1997 y yo me iniciaba en el reporteo político, cubriendo la Cámara de Diputados. Parado en una esquina del salón de sesiones del Congreso, observaba detenidamente el debate; pero sobre todo, el movimiento en el salón: quién se sentaba con quién, quién platicaba con quien. No hablaba con ninguno de los otros reporteros y no tomaba notas.
Con el paso de los meses me enteré de cómo funcionaba el asunto en la Cámara. Los reporteros, los que hacen la nota diaria, estaban ahí todos los días, obviamente. Pero también había otro tipo de reporteros, a los que algunos despectivamente llamaban “informantes” u “orejas”. Estos son jóvenes –y a veces no tan jóvenes- periodistas que son contratados por los periodistas consolidados, generalmente los que escriben columnas políticas. Éstos le pagan a los “informantes” para que estén presentes en las sesiones del Congreso y tomen nota de lo que ahí se discute y de los detalles para, con esa información, escribir sus columnas. Es decir, en general, el columnista político que habla de lo que ocurre en San Lázaro puede tener meses sin pararse por el lugar. Es una práctica común y aceptada.
Sin embargo no es el caso de Granados Chapa. Cubrí San Lázaro de 1997 a 2003, y en todo ese tiempo, siempre había un momento en la semana en el que el maestro aparecía en una esquina del salón, con su barba de candado bien recortadita, callado, sin saludar a nadie. Luego, supongo, se iba a escribir.
Nunca se me ha olvidado la lección. Granados Chapa, tan grande él, nunca se ha sentido lo suficientemente “importante” ni ha estado demasiado ocupado como para dejar de ser periodista; sigue metiendo los pies en el agua, porque sólo así uno puede saber si de veras está caliente. El hombre que ha denunciado desde su columna lo mismo el fraude del Fobaproa que el fraude electoral, lo mismo la impunidad en el caso Lydia Cacho que el mayoriteo en el Congreso, sabe que el escritor, cuando es periodista, es doblemente escritor. Y con esa sabiduría, ha convertido a la palabra en un instrumento de libertad.
jueves, octubre 02, 2008
Recado que no olvida
Es bien interesante ver por dónde agarra cada quien el asunto. Mi entrevistado “A” me contó lo que haría hoy: es maestro en una prepa, así que por la tarde les presentó el documenal “El Grito” a sus chavos. Los estudiantes, la mayoría nacidos aquí y de padres mexicanos, han oído de Tlatelolco, asegura; pero es necesario que vean las imágenes y, sobre todo, que sepan que el gobierno permitió la intromisión de la CIA y el FBI en la operación.
Una cosa más: para él, de alguna manera extraña, el movimiento del 68 en México tiene algún vínculo con los actuales movimientos de los estudiantes mexicoamericanos en Los Ángeles, particularmente los que se refieren a la lucha por la legalización de los indocumentados –para muchos, la realidad paterna-, y por lo que toca al rechazo del reclutamiento de jóvenes hispanos en las escuelas por parte del Ejército de Estados Unidos.
Luego hablé con mi entrevistado “B”, un dirigente del Frente Amplio Progresista en Los Ángeles, que participa en la organización de un evento el próximo sábado. Aquí la visión es otra: consideran que el asunto de la persecución de jóvenes hace 40 años está relacionado con el actual acoso a líderes sociales y activistas, particularmente en estados como Oaxaca, “y en cualquier otro caso que consideren va en contra de los intereses de la oligarquía mexicana. Como el grupo en el poder no sabe utilizar la política para vencer al pueblo, recurre a la mano dura”, me dijo. Y de paso hizo alusión a los campesinos, a la falta de oportunidad, de educación, a la necesaria migración hacia el norte. A todo, dijo, apela el 2 de octubre.
Pero la interpretación que más me gusta es la que realizó un académico de origen oaxaqueño de UCLA. “Lo que ocurrió el 2 de octubre nos sirve para valorar el papel que tuvo el gobierno”, me dijo. “Es vital que ahora que en México está de moda el uso del Ejército en el combate contra las drogas, atendamos esta lección sobre los límites de su papel”.
Tlatelolco, 1968
Oaxaca, 2006
Yo pienso que por ahí va la cosa. A 40 años de la masacre no hay castigados, no hay encarcelados, no hay responsables. Los gobiernos, todos, se han hecho de la vista gorda para evaluar y sancionar el rol que jugó precisamente el propio gobierno con la complicidad del Ejército. 40 años después, México vuelve a tener las calles de sus ciudades patrulladas por militares; un gobierno cuestionado, el miedo flotando en el ambiente, la desconfianza y la incertidumbre sobre lo que vendrá. Para los responsables de aquella primera vez no hubo castigo; pero si lo seguimos dejando pasar, ¿qué seguridad tenemos de que el día que el exceso vuelva a cubrir nuestras aceras podremos juzgar a los culpables?
Por encima de todas las lecciones, de todas las apreciaciones, yo estoy convencida que hay una cosa fundamental que, más allá de un eslogan, no debemos olvidar: la impunidad, en cualquiera de sus formas, es la mejor estrategia para que prevalezca la injusticia.