Como todos ustedes saben, este 1 de mayo se celebraron en varias ciudades de Estados Unidos marchas en favor de una reforma migratoria que permita a los 12 millones de inmigrantes indocumentados que viven en este país, la posibilidad de regularizar su situación y vivir una vida digna y sin miedo.
Aunque las movilizaciones no fueron ni lejanamente similares en número a las del año pasado (entre otras cosas porque el año pasado existía la amenaza de la aprobación de la ley Sensenbrenner, que criminalizaba a cualquiera que ofreciera ayuda a un indocumentado), el espíritu fue el mismo y los paisanos volvieron a levantar la voz para decir “aquí estamos” a una sociedad que vive de ellos pero que no quiere verlos ni oírlos.
En Los Ángeles, en donde marcharon más de 30 mil personas, el momento más emotivo lo dio el padre Luis Ángel Nieto, sacerdote de la Iglesia de la Resurrección en el este de la ciudad. En pleno mitin, el padre Nieto pidió a los asistentes bajar sus banderas y carteles y subir las manos. Los paisanos hicieron caso, y de pronto la multitud era una mancha de rostros de trabajadores quemados por el sol y manos de obreros, de campesinos, de gente que en algún momento le ha entrado a la talacha, porque pues para eso vinimos aquí.
“Con estas manos hemos levantado a la nación. Con estas manos hemos enriquecido a las empresas. Con estas manos queremos seguir luchando por nuestros hijos”, dijo Nieto. A la gente se le hizo un nudo en la garganta, y con orgullo se estiraba para que el mundo viera sus manos. El padre se dirigió ahora a esos que ni nos oyen ni nos ven. “Miren nuestras manos, que no se les olviden nuestros rostros, que no se les olvide quiénes somos y lo que hemos hecho por este país”.
No encuentro mejores palabras para describir lo que nuestra gente significa para esta tierra. En las manos de cada trabajador mexicano está el pasado que su país le negó y el futuro que le está ofreciendo a esta su nueva nación. Ambos gobiernos han sido ciegos y soberbios, y no los han querido ver. Pero aquí estamos, dicen todos, y cada día es más difícil ignorarnos.
6 comentarios:
Que emoción
Siento orgullo de ser mexicano, y de ser pueblo, de ese pueblo que trabaja y puede levantar las manos al unísono con la frente
Tus fotos... tus fotos son buenísimas.
Y tu texto, como siempre genial.
Eso mismo deberían hacer los trabajadores en México, en España en todos lados: mostrar sus verdaderas herramientas de trabajo para que se note su presencia. No son un número de seguridad social más...
Qué trabajo, qué fotos, qué frases y qué realidad tan difícil, pero también tan emocionante. Cuanta gente logrando de aquel lado tanto y lo que falta. ¡Saludos!
gracias por mantenernos al tanto con la situacion de los paisanos!....que emocio!
Celebro el regreso de la parte angelina de Chilangelina.
Un gustazo, por cierto.
Rafa, si, ese orgullo estando aca te llena todito, se te desborda...
Tazy, gracias por la porra. En efecto, si mostraramos nuestras verdaderas herramientas tendriamos argumentos de sobra para lograr que nos volteen a ver...
Enrico, y lo que falta...
Chachairu, gracias a los que estan interesados de aquel lado del rio, porque no son muchos...
Amiguis/z, yo celebro que me leas. Y el gusto fue mutuo...
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