martes, junio 05, 2007

Recado de costa a costa

Marcha migrante, día 9: McAllen-Brownsville, Texas

Cuando Lupita Santana llegó a Texas, proveniente de su natal Tamaulipas, se encontró con las dificultades habituales para un migrante indocumentado: encontrar un lugar donde vivir, la búsqueda de un documento falso para poder trabajar, hallar un empleo que más o menos permita ir saliendo. Pero cuando verdaderamente le caló, fue cuando su hija mayor empezó a ir a la escuela: según lo cuenta la propia Lupita, tuvo que ocultar que era su mamá para que a la niña no le negaran la educación por ser hija de una “ilegal”.
Esta historia forma parte de las decenas que la Marcha Migrante recopiló durante su recorrido de una semana a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos. Historias de migrantes, de sus familias, de autoridades, de la gente que vive día a día con los temas migratorio y fronterizo, y que ve afectada su vida cotidiana por las decisiones que se toman en Washington.

Un grupo de simpatizantes recibe a la caravana en Pharr, Texas
Como la de Diana Joe, descendiente de un indígena purépecha de Michoacán y abuela de dos nenas que a su vez descienden de indígenas navajos, que cuando llegamos a Pharr, Texas, se paró frente a la gente llena de emoción: “Yo traigo la voz del indígena. Muchos de ustedes han oído alguna historia de algún familiar indígena de México, de Centroamérica, de Sudamérica. Yo estoy comprometida a conservar su cultura viva y fuerte, porque es un derecho constitucional”, soltó de pronto, haciendo alusión a los indígenas que al migrar sufren una doble discriminación, por ser migrantes y por ser indígenas, precisamente.

Diana
O como la historia de Fermín Leija, quien cruzó la frontera desde Tamaulipas para incorporarse a la Marcha Migrante, porque recuerda sus tiempos de bracero en California, allá por los años sesenta. O como la de la mujer que envió una carta para recordar a su hijo muerto en la frontera. O como decenas, cientos, miles de historias más esperando ser escuchadas en este país.

Enrique Morones, director de Ángeles de la Frontera, con un grupo en McAllen
“A mí me decían ‘no puedes registrar a tu hija para ir a la escuela porque eres una ilegal’”, recordó Lupita, “así que mis suegros agarraron a mi hija, y para mí era muy difícil verla presentarse en la escuela y tener que esconder que yo era su mamá, porque tenía miedo”.
La caravana pasó por la ciudad de McAllen, donde se sumaron cerca de 40 personas, entre ellos esta joven mamá. Con un chorro de emoción, Lupita contó ante los demás cómo aun cuando su familia pudo regularizar su situación migratoria, la gente seguía diciéndole que su hija no podría ser “alguien”.

Lupita
“Cuando entró a la preparatoria su deseo era ser maestra, pero le decían que no podía por no ser ciudadana”, nos contó. “Yo la apoyé para que cumpliera su sueño, y ella salió adelante: hoy es una maestra y da clases en Elsa, Texas. Lo que yo quiero decir es que nosotros los migrantes, cuando venimos aquí, venimos a hacer un cambio; no venimos a estirar la mano para que nos den nada, sino que nosotros venimos a dar mucho a este país, porque es un país de inmigrantes”.
Finalmente, el viernes por la tarde la caravana cumplió con la primera mitad de su recorrido al llegar a la costa este, en Brownsville, Texas.


Los 25 automóviles que salieron el 2 de febrero de la garita de San Ysidro se fueron convirtiendo en 13 el segundo día, 10 el tercero, ocho el quinto, hasta llegar a seis el jueves por la noche. Sin embargo el viernes por la mañana, cerca de 20 vehículos se sumaron a la caravana en McAllen, de manera que una larga fila de vehículos atravesó por esa zona del Valle del sur de Texas hasta la costa, ante la mirada sorprendida de algunos y el entusiasmo de otros que habían escuchado en las noticias sobre la visita del grupo.



El día que llegamos a la otra costa estuvo lleno de bruma. Del Océano Pacífico azulísimo el día soleado en que salió la marcha, pasamos a la bruma marina del grisáceo Golfo de México. Pero creo que en todos los que íbamos en el grupo, la sola idea de haber cruzado el país a través de su frontera, llena de cicatrices y esperanzas resultó bien revitalizante para el pesadísimo camino de regreso frente a nosotros.

Brownsville, Texas
“Hay ocasiones en que la gente dice que una sola persona no puede cambiar las cosas, pero nosotros creemos que sí”, me dijo Enrique Morones, el director de la organización Ángeles de la Frontera, durante la ceremonia realizada en Brownsville. “Tal vez una de estas historias que nos están entregando, la del niño que se quedó en la escuela esperando a su padre que no llegó porque fue deportado, o la de la madre que aún espera a un hijo que tal vez murió en el desierto mientras cruzaba la frontera, pueda tocar el corazón de los congresistas que están indecisos y lograr que aprueben una reforma migratoria humana e incluyente”.
Ojalá; ojalá una historia de esas lograra aliviar la incertidumbre para los otros miles de historias en espera de un final feliz.



Pueden encontrar los recados anteriores de la Marcha Migrante AQUÍ

5 comentarios:

Unknown dijo...

Aiii nanita. En que andas metida. No basta con cargar las penas de uno verdad?. Orale chilangelina, que ínteresante lo que haces, grueso y crudo. Has de ser una persona fuerte como nos gusta ser a las angelinas :)

Saludos.
Soy .brocoli. pero nomás no quiere entrar con mi cuenta

tazy dijo...

Nos dejaste en ayunas un ratote pero valió la pena. Siempre vemos el problema al macro y se nos olvida lo cotidiano, lo que se vive diariamente.

Oye, si se puede te vuelvo a encargar lo que tengas de aquellos latinos (supongo minoría) que están encontra de las reformas y de que se apoye a sus compatriotas.

Chilangelina dijo...

Tazy, ya te habia respondido alla abajo, copio la misma respuesta aqui:
"Existen los latinos nacionalizados o latinos que ya han nacido aqui, que se oponen a una reforma migratoria. Es interesante y hasta deseable, porque como deciamos alla abajo en el recado del alcalde latino, no porque el otro sea de tu grupo etnico vas a pensar igual que el. Los paises de America Latina son muy conservadores en general, y mucha de nuestra gente cuando llega aqui se siente mas identificada con los valores del partido republicano (que serian similares a los del panismo en Mexico) que con los del partido democrata (que serian similares a los de la izquierda, e incluso a los del priismo en algunos aspectos). Y las propuestas mas abierta con respecto a la reforma migratoria vienen de los democratas, asi como la oposicion mas dura viene de los republicanos. A grandes rasgos esa es la explicacion..."
Saludos!!

Mabel Pérez Carranza dijo...

Chila, ¡TÚ no paras verdad! Así debe ser, creo, cuando a uno le gusta mucho su trabajo y pasa a ser parte de su vida y esencia personal.
Fuerza mucha F U E R Z A para todas y todos....
¡Que GRAN trabajo haces!
Te abrazo y acompaño desde acá,

Chilangelina dijo...

Brocoli, hola, gracias por la visita otra vez. Estos recados corresponden a la Marcha Migrante, en cuya caravana participe durante 18 dias en febrero pasado; espero que regreses para leer los recados posteriores y tal vez te quieras dar una asomada por los anteriores.
Cyrana, como bien sabes estos son recados que tenia pendientes de publicar. Pero si, la cosa es no parar. Como siempre gracias por hacerme sentir tu compañia, tan cercana...