Ya llegué de donde andaaabaaaaaaaaa, se me con-cedió volveeeeeeeeer….
Es que desde que empezó el año no he parado, pero ya vine y les echo el chisme que corresponde, como debe de ser. Aviso: este recado tiene altos niveles de política. Sé que a muchos blogueros no les gusta, y luego si es gabacha pus pior. Así que para los que no quieran entrarle, opciones recicladas: ¿Quiere algo picosón? Vaya al
Recado Salsero. ¿Quiere un relatito leve? Vaya a este
Recado Anitdepre. ¿Quiere ver fotos? Vaya a
La Galería.
Empiezo: como les comenté
allá abajo, resulta que mi periódico decidió incluirme en el equipo que cubrirá algunos de los asuntos relacionados con las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que van a ser en noviembre. Para mí esto ha sido importante, porque como muchos saben, mi área de experiencia durante casi 15 años ha sido la política mexicana y apenas tengo 3 años haciendo periodismo en Estados Unidos, que ni de lejos son suficientes para comprender en su totalidad la muy compleja política de este país. Sin embargo algún talento me vieron y pues le entré. La cobertura de estos temas está a cargo de una periodista experimentadísima en estos asuntos,
Pilar Marrero, y de la corresponsal del periódico en Washington,
Maribel Hastings. Mi papel es un poco “reforzar” siguiendo algunos de los temas, y pues por supuesto aprender y viajar y conocer y platicar con la gente y seguir aprendiendo.
Antes de seguir, creo que sería útil detenerme un poco a explicar qué es lo que está pasando en Estados Unidos en estos meses. Siguiendo la información publicada en medios mexicanos, y la información a veces distorsionada en algunos blogs, me he dado cuenta de varios mitos con respecto a lo que se está viviendo acá.
LOS MITOS
1- Que lo que está ocurriendo es una contienda presidencial. Falso. Lo que se está celebrando estado por estado son elecciones primarias para elegir a los candidatos de los partidos. Estados Unidos cuenta con dos partidos importantes, el
Partido Demócrata y el
Partido Republicano.
Los Demócratas tienden más a tener ideas progresistas: son más tolerantes con la diversidad racial; en general favorecen los servicios auspiciados por el Estado como la atención en materia de salud; tienden a favorecer posturas liberales como la despenalización del aborto o la legalización de las parejas del mismo sexo, y bien podría decirse que tienden a “la izquierda” si algo como eso se pudiera dar en este país.
Los Republicanos son conservadores: suelen ser antiinmigrantes; religiosos en ocasiones rayando en el fanatismo –de hecho entre sus candidatos hay dos vinculados con la iglesia;
Mike Huckabee es un pastor evangélico y
Mitt Romney es mormón-; impulsan el libre mercado con pocas regulaciones, y se oponen a que el Estado financie a quienes no pueden pagar por ciertos servicios, nuevamente, como la salud.
Ambos partidos están eligiendo a quien será su candidato para la contienda presidencial en noviembre de este año. Por el Partido Demócrata, los tres “finalistas” en este punto son
Hillary Clinton,
Barack Obama y más abajo en las preferencias,
John Edwards. Por el Partido Republicano han sonado
John McCain y los que mencioné allá arriba, aunque
Rudy Giuliani, el ex alcalde de Nueva York, tiene buenas posibilidades.
2- Que la contienda está entre Obama y Hillary, que si el debate está en que si queda en la Casa Blanca una mujer o un negro.Una vez habiendo aclarado que la competencia Obama-Hillary es sólo interna en el Partido Demócrata, y que el que gane no será automáticamente presidente de EU, esta es la parte que veo con mayor sorpresa. Aunque muchos medios fuera de EU le dan este enfoque, y aquí dentro algunos quieren dividir al electorado por estas características, la realidad es que esta contienda es mucho más que eso. Hillary representa al
status quo, a la política consumada, cómodamente instalada en Washington desde hace años, a los “amarres” hechos por su esposo cuando era presidente, al
establishment de la gabachopolitik
(neologismo inventado por la Chilangelina, si no les gusta ni modo; para eso tengo blog, para inventar cosas y publicarlas). Obama, por su parte, es un político joven sin experiencia en el gobierno federal y sin alianzas prominentes, al menos no hasta ahora; sólo ha sido senador federal durante un año. Desde luego los factores racial y de género están en la contienda, pero para los estadounidenses que van a votar en las elecciones internas del partido, hay otros dos factores que son más importantes:
a) ¿Votar por quien ya tiene experiencia, aunque sea lo mismo de siempre, o votar por quien trae ideas nuevas, atrae a los jóvenes con su frescura, pero no tiene experiencia en política? Y
b) ¿Cuál de estos dos sería el candidato con más posibilidades de derrotar al candidato republicano para evitar que este partido continúe en la Casa Blanca? (Recordemos que Bush es republicano y ha gobernado durante ocho años).
Como pueden ver, el asunto va mucho más allá de quién es negro o quién es mujer.
Una vez dicho esto, paso a hablar sobre:
EL PROCESOPara mí que crecí en México, en donde los partidos eligen a sus candidatos por dedazo, o si bien les va fingiendo elecciones internas que la mayoría de las veces sólo son un juego de fuercitas entre la cúpula, el proceso de selección interna de candidatos en los partidos estadounidenses era un misterio y ha sido todo un descubrimiento.
Para empezar, la selección está abierta a todo aquél que esté registrado para votar. Cuando te registras (que sería como cuando en México sacas tu credencial de elector), puedes registrarte también como simpatizante de un partido; eso te permite participar en las elecciones primarias de dicho partido. Las reglas varían de estado a estado, pero en general en algunos estados también puedes participar en las primarias con sólo manifestarte verbalmente como simpatizante del partido.
Hay dos mecanismos que tal vez ya han oído en los medios o leído en alguna parte: los caucus y las primarias. Las primarias que se celebran en 37 de los 50 estados, son el procedimiento que todos conocemos: se instalan urnas y la gente va y deposita su voto secreto. Los caucus son diferentes: son como asambleas comunitarias donde la gente se reúne y entre todos platican sobre los candidatos para elegir al que prefieren en cada precinto. Es un proceso bellísimo que no detallaré por el momento, pero que reseñé en
este artículo que publiqué en Mundo Abierto y que a quien esté interesado le recomiendo leer –perdonen la falta de modestia, pero creo que quedó más o menos claro.
Cada estado cuenta con un número determinado de “delegados”, dependiendo de su densidad demográfica. Cuando se dan las elecciones internas en cada estado, el número de delegados del estado se reparte proporcionalmente de acuerdo al porcentaje de votos que haya tenido cada candidato. Cuando todos los estados han celebrado sus elecciones, se realiza una Convención Nacional de cada partido –
la de los demócratas es a finales de agosto,
la de los republicanos a principios de septiembre-, y ahí es donde se decide quién será el candidato del partido para la elección de noviembre.
No todos los estados votan al mismo tiempo, van escalonados y por eso es que los candidatos aparecen en los medios haciendo campaña durante meses, pero es porque van de estado en estado según vaya el calendario de las primarias. El primer estado en tener elecciones fue Iowa, e inmediatamente después New Hampshire. Me tocó estar en ambos, fue muy emocionante sobre todo presenciar los caucus (reseñados en
el artículo este). Otros estados han seguido, el más reciente Nevada, en donde estuve este fin de semana. Pero la parte interesante viene el próximo 5 de febrero. Ese día 23 estados celebran su elección, y aunque los últimos estados lo harán en junio, es posible que después de esa fecha ya haya un posible ganador en ambos partidos.
Tendría mucho más que decir pero este post ya está demasiado denso. Para el próximo, prometo hablar de LOS CANDIDATOS y soltar algún otro chismecín. Mientras, les dejo unas fotitos electorales.
Simpatizantes de John Edwards
Chamaco
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Jóvenes: unos demócratas, otros ps no.