Recado del meme número ocho

Ustedes saben que no me gustan los memes, pero en esta ocasión tengo que hacer este por dos motivos: 1- yo acabo de inventar uno aquí abajo, así que ni modo de ponerme moñuda, y 2- me lo pasó el Pelos, y ps la neta sí me cae rebien.
El meme consiste en poner 8 cosas, las que yo quiera, de lo que yo quiera. Ton’s decidí poner ocho razones por las que, a pesar de que mi corazón está en la hermosa Chilangolandia, me gusta mucho vivir en Elei, porque a veces escribo tanto del mexiquitolindo que parece que no me gusta vivir aquí. Pero pues sí me gusta, entre otras cosas porque:

1- En casi cualquier tienda se pueden conseguir los quesos de la Laughing Cow. Hay unos que son unos cuadritos chiquitos que traen “fun facts” en la envoltura, del tipo: “30% de los hogares estadounidenses cuentan con un perro” o “Una persona promedio camina cuatro millas al año mientras tiende su cama”. Así que no solo comes queso, sino que aumentas tu cultura general.

2- Trabajo en un periódico cuya oficina está en el centro, en un piso 31.

Desde ahí se ven las montañas, en las tardes se ve el mar y a veces oímos roncar a dios.

3- Un día cualquiera vas saliendo del cine y tu esposo te dice: “Mira, ahí va Nick Nolte”. Otro día entras a una tienda y ahí anda de shopping Melanie Griffith, como si nada. No es que me enloquezca ninguno de esos dos; es que es chido vivir en un lugar donde la gente puede andar relajada por la calle, vestida como quiera, hablando sola si quiere, o incluso con su cara de Nick Nolte, sin que los demás se metan con uno. Claro, hay algunas aún mejores: el otro día mi amigo Juan Carlos me manda un mensaje de texto desde un changarro de hamburguesas, que dice: “Estoy en tal lugar, en el otro lado de la barra está sentado Martin Scorsese”.

4- Vivo a una cuadra del lugar donde se celebra la entrega de los Óscares y a tres cuadras del Hollywood Bowl.

Es chido llegar caminando a lugares hacia los cuales la gente a veces viene viajando desde otros estados, o incluso de otro país. A veces voy en chanclas a la tienda de la esquina a comprar la leche o el periódico y hay limosinas pasando por ahí. (Próximamente un post sobre el tema).

5- En casi cualquier lugar a donde vayas a comer, la comida es riquísima. Aquí encontré la mejor cerveza obscura, la mejor pizza y el mejor sushi que he probado, y créalo usted o no, el mejor mole negro y las mejores cemitas poblanas callejeras. ¿No me creen? Vengan; apuesto lo que sea. Aquí descubrí la comida thai, la comida coreana y la repostería cubana. (Por supuesto, soy candidata a Weight Watchers, y qué, y qué, y qué).

6- Vivo en un depa chiquititito que tiene un balcón con vista hacia Hollywood Boulevard y que está al pie de las montañas. No alcanzo a ver la avenida porque es un segundo piso, pero en las mañanas se oye cantar a los pajaritos y a veces a los cuervos, y si te asomas se ven el cielo azulísimo y las palmeras; en las noches de verano huele a flores todo el tiempo.

7- Puedes andar en tu carro sin los seguros puestos, con los vidrios hasta abajo y con la bolsa en el asiento delantero, sin temor al cristalazo. Yo soy chilanga, por dios; aún no me acostumbro a tanto descuido.

8- Los Ángeles tiene playa y puerto. Y varios muelles.

Cuando estás un poco depre puedes ir al muelle de Santa Mónica y subirte a la Rueda de la Fortuna a que te dé el aire frío en la cara y se te pierda la vista en el horizonte mientras ves el sol meterse en el mar.

Y pues el meme se lo paso a quien lo quiera hacer. Anímense, está entretenido.